● ”Para adoptar la cultura abierta es necesario contar con un tipo de liderazgo que superponga modelos existentes, pues contar con una buena dirección en las organizaciones, facilita el acceso a la información en los equipos.”: Gustavo Ramírez, Gerente de Ventas Región Andina.
● “En la nueva normalidad, el camino consiste en seguir e identificar lo que se está trabajando y reconocer que no funciona, para buscar nuevas maneras de ser creativo. Si se invita a los empleados a encontrar soluciones para resolver problemas, podrán proporcionar soluciones conjuntas”: Luis González, Manager Solution Architects Región Andino y CEACA.
Ante un contexto político, económico y social de constantes cambios, crece el interés de organizaciones tanto públicas como privadas por adoptar una cultura abierta, que destaque por conformar equipos de personas dispuestas a colaborar con ideas transformadoras que sumen al crecimiento y detonen la innovación.
Para crear un entorno de este tipo es necesario tener en cuenta que a la cultura abierta la definen cinco características: es transparente, inclusiva, colaborativa, genera comunidad y permite la adaptabilidad a los cambios, por ello cobra mayor relevancia en la actualidad.
“Ahora bien, para adoptarla es necesario contar con un tipo de liderazgo abierto que superponga modelos existentes, pues contar con una buena dirección en las organizaciones, facilita el acceso a la información en los equipos. Así como la confianza e inclusión en los colaboradores, asegurándose de que aquellos afectados por las decisiones y los que hacen el trabajo sean parte de las soluciones y procesos que se implementan, acciones que también son pilares de la cultura abierta“, explica Gustavo Ramírez, Gerente de Ventas Región Andina.
Por su parte, Luis González, Manager Solution Architects Región Andino y CEACA asegura que “Al optar formas abiertas de trabajar es necesario mantener la mentalidad y el liderazgo abiertos. Se trata de no centrarse en sí mismo, haciendo espacio para que otros contribuyan para mejorar las cosas. Por ejemplo, una empresa que tiene un crecimiento rápido e intenta trabajar diferente, avanzando a la velocidad de la innovación con los clientes, puede adoptar canales de retroalimentación para recopilar información sobre cómo se sienten sus colaboradores por el trabajo que hacen y cómo lo podría hacer diferente”.
Asimismo, este proceso puede revelar si es necesario implementar una mentalidad de aprendizaje regenerador; si hay que cambiar de posición o área al personal, o bien si lo que se requiere es reclutar talento con otras cualidades. De esta forma la cultura abierta ayudará a crear un sistema de apoyo para que líderes y equipos se adapten a nuevas formas de trabajar apoyados en la tecnología, como parte de la Transformación Digital que hoy es necesaria en toda clase de organizaciones.
Sin embargo, no es un cambio que se realice de un día para otro. Para ser un líder abierto primero hay que identificar cuál es la relación que se tiene con este estilo y que intención de cambio existe.
“Es necesario ser conscientes que el cambio requiere tiempo para modificar comportamientos, mentalidades y para considerar el fracaso como un proceso de aprendizaje. Es decir, entender que cuando las cosas no funcionan debemos ver una oportunidad para corregir el rumbo, hacer ajustes, adaptarnos y volver a crear nuevas interacciones, siempre desde una mirada humana”, destaca Gustavo Ramírez
“Si eres un líder, no importa si estás liderando a un equipo o a colegas, la gente te seguirá si eres abierto y vulnerable para compartir lo que no ha funcionado o si hay un error, porque se crea confianza, la cual es crucial para el éxito con los clientes e internamente para brindar seguridad psicológica dentro del equipo”, menciona Ramírez.
Otro elemento que los líderes abiertos deben tener en cuenta es que la cultura no es necesariamente de un ambiente o estilo, sino una forma de organizarse, de trabajar, de lidiar con las dificultades y la búsqueda de fomentar conexiones entre los colaboradores y equipos de trabajo, por lo que se puede desarrollar tanto en un entorno presencial como virtual.
“En la nueva normalidad, el camino consiste en seguir e identificar lo que se está trabajando y reconocer que no funciona, para mirar y buscar nuevas maneras de ser creativo. Si se invita a los empleados a encontrar soluciones para resolver problemas, podrán proporcionar soluciones conjuntas”, dice Luis González.
En la cultura abierta no se trata de una persona, sino de cómo estás creando un ecosistema positivo, que genera y facilita el espacio y oportunidades para que las personas adopten elementos de franqueza y para que cada voz sea escuchada, pero se trata de que las mejores ideas ganen. Este modelo es parte del ADN de Red Hat y ayuda a que más organizaciones impulsen su Transformación Digital de la mano de la tecnología del Código Abierto.