El sector agrícola es uno de los más importantes para el crecimiento económico y la generación de empleo en Ecuador, en el 2022 este tuvo un estancamiento en su desempeño, debido al alza de precios en productos indispensables en sus procesos y por temas gubernamentales, sin embargo sigue siendo una de las principales actividades económicas del país al contar con una gran diversidad de cultivos, entre ellos banano, cacao, café, flores, frutas tropicales, legumbres, aguacate, pitajaya, cáñamo, entre otros.
A pesar del gran potencial que tiene el sector aún existe una gran necesidad de inversión tanto pública como privada que contribuyan a su desarrollo y al fortalecimiento de toda su cadena de productividad.
Invertir en tecnología sería una de las opciones más acertadas para que las medianas y grandes empresas dedicadas a la agricultura mejoren su rendimiento, aumenten su productividad, incrementen la eficiencia con el uso de sistema de gestión de datos para la toma de decisiones, reduzcan los riesgos, mejoren la rentabilidad para acceder a nuevos mercados demostrando la calidad y seguridad de los productos e incluso prevean ciertos factores meteorológicos que en ocasiones podrían convertirse en problemas.
A partir del análisis, ABSIDE cuenta con una plataforma tecnológica que promueve la agricultura inteligente 5.0. Agrobit controla desde la siembra hasta la venta del producto. Este inicia con la identificación de semillas, su tratamiento, selección de parcelas por su fertilidad, tipo de abonos requeridos, cantidad de riego de agua que se debe utilizar por hectárea, la erosión del suelo, aspectos de sanidad. Además, al integrarla con SAP Analytics Cloud y el ERP también colabora en la parte administrativa, financiera y predictiva, permitiendo un control de inventario, control de calidad para consumo nacional y exportaciones, costos e incluso conocimiento de posibles fenómenos naturales que afecten los cultivos.
Otro beneficio importante de esta plataforma para el sector agrícola es la prevención del aumento de la huella de carbono a través del monitoreo predictivo y prácticas agrícolas para mejorar la sostenibilidad. Esta trabaja en función de indicadores inteligentes reales que miden y determinan los niveles de CO2 que los procesos agrícolas emiten, con el fin de proporcionar medidas previsivas alineadas a la realidad y normativa de cada país, evitando de esta manera sanciones y posibles multas.
Es importante recalcar que esta tecnología no suplanta la mano de obra, únicamente la hace más eficiente y rentable.