Cada 28 de mayo se conmemora el Día Internacional de la Nutrición, una fecha destinada a promover la importancia de una alimentación saludable con el respaldo de profesionales, evitando así la adopción de dietas experimentales o de moda.
En los últimos años, las dietas de «moda» han ganado popularidad al presentarse como soluciones rápidas para perder peso. Es cada vez más común que las personas inicien cambios en su alimentación en busca del peso ideal, sin considerar los riesgos que estas prácticas conllevan para su metabolismo.
Según la nutrióloga Ana Lucía Enríquez del Hospital de los Valles, seguir dietas sin supervisión especializada puede ocasionar graves problemas de salud. «El principal inconveniente de estas dietas radica en que, por lo general, inducen a la reducción o eliminación de los macronutrientes presentes en tres grupos alimenticios fundamentales: carbohidratos, proteínas y grasas. Esto puede afectar negativamente al organismo debido a la carencia de nutrientes, disminuyendo así ciertas funciones vitales del cuerpo». Por lo tanto, subraya la importancia de que cualquier dieta sea supervisada por un experto, quien, tras una evaluación médica y pruebas que reflejen el estado de salud actual, determinará el tipo de tratamiento necesario.
La nutrióloga explica que implementar estas dietas, por recomendación de terceros (amigos, familiares, etc.) es generar un cambio brusco en el estilo de vida, y esa relativa pérdida de peso que se presenta, puede ser masa muscular y no necesariamente del tejido graso. Por ello advierte que la aplicación de estas dietas puede impactar negativamente a la salud generando problemas como:
• Anemia (falta de hierro o vitaminas del complejo B)
• Osteopenia o incluso osteoporosis (falta de calcio y vitamina D)
• Hipoglucemia (falta de energía debido a una ingesta inadecuada de carbohidratos)
• Hígado graso, diferentes tipos de cáncer (aumento en la ingesta de grasa y carbohidratos)
• Sobrepeso u obesidad (exceso de carga calórica debido a carbohidratos y grasas no saludables).
La edad será también un factor de riesgo, por ejemplo, si estas dietas son aplicadas en niños en proceso de crecimiento, podrían afectar en su desarrollo óseo; en el caso de personas de la tercera edad y mujeres en gestación, limitaría el correcto funcionamiento endocrinológico, físico, mental, y afectar a los sistemas que componen el cuerpo humano.
La especialista insiste en que se debe contar con la ayuda de un profesional médico ya sea para bajar o subir de peso, y no confiar la salud en recetas “milagrosas” que afectan y no generan resultados confiables. “Más allá de una dieta, las personas deben buscar su bienestar integral e implementar un plan alimenticio continuo, que cubra las necesidades de acuerdo con el estado de salud de cada individuo”, puntualizó Enríquez.