El acné es una enfermedad de la piel que se caracteriza por la inflamación de las glándulas sebáceas y la aparición de espinillas y granos. Aunque aparece, principalmente, durante la etapa de pubertad, existen casos en los que se presenta a partir de los 18 años, cuando ya se denomina acné adulto.
Según explica el Dr. Gregory Celis, Director Médico de Laboratorios Bagó, “Generalmente esta patología se manifiesta en la cara, con alrededor del 90% de los casos aproximadamente; pero también es posible que afecte a otras partes del cuerpo, como la espalda y el tórax”. Y aunque no se puede prevenir, debido a que ocurre por una respuesta hormonal (o por factores como el sudor, la humedad, e inclusive la dieta), sí es posible controlarla y tratarla, para evitar consecuencias severas.
Por ello, y a propósito del Día del Acné, que se conmemora en el mes de junio, el representante de Laboratorios Bagó presenta a continuación una guía que será de gran utilidad para manejar el acné adulto.
¿Cuáles son las causas de esta enfermedad?
● Existe una causa fundamental del acné adulto, y es la hiperproducción de la glándula pilosebácea; es decir, que hay una excesiva producción de sebo o grasa. “Esto hace que se obstruya el canal folicular, lo que da lugar a los comedones, comúnmente conocidos como ´granitos´, que pueden ser de dos tipos, abiertos o cerrados”, añade el Dr. Celis.
● El acné adulto también puede estar ocasionado por una bacteria en la piel, llamada Cutibacterium acnes, que invade el folículo piloso, generando una infección.
● Para determinar si un paciente padece de esta enfermedad, la valoración debe ser efectuada por un médico titulado. “Muchas personas creen erróneamente que el acné puede ser diagnosticado y tratado por un cosmetólogo; sin embargo, es importante que sepan que estos no son profesionales autorizados para ello, por lo cual debe ser un dermatólogo quien evalúe el cuadro”, advierte el experto de Laboratorios Bagó.
¿Cómo se trata el acné adulto?
● Contrario a lo que se puede pensar, el acné adulto no deja ni manchas ni cicatrices, siempre y cuando sea atendido por un médico titulado y entrenado en el manejo de esta patología. “Ciertamente influye la gravedad de la enfermedad, pues a mayor gravedad, mayor la posibilidad de marcas permanentes, pero esta no es una regla que aplique para todos los casos, por lo que la principal sugerencia es buscar atención especializada y oportuna”, aconseja el Dr. Celis.
● Para establecer el tratamiento adecuado, se deben considerar varios parámetros:
○ Conocer el tipo de acné que tiene el paciente y en qué etapa se encuentra.
○ Una vez diagnosticado, será fundamental el correcto aseo de la piel, apoyado con el uso de retinoides, que son derivados de la vitamina A, y previenen la formación de comedones gracias a su efecto antiinflamatorio. “El más común y que mejores resultados presenta es la isotretinoína; pero su uso debe ser recetado, pues no es un producto de venta libre y su manejo es muy estricto”, señala el especialista de Laboratorios Bagó. Esto es especialmente relevante para mujeres que están embarazadas o pueden llegar a estarlo durante el tratamiento, pues la isotretinoína es altamente teratogénica, lo que significa que puede producir daños al feto y generar malformaciones muy graves, si bien no se ha demostrado que la isotretinoina altere el esperma, no se aconseja su uso si el paciente piensa procrear durante ese tiempo.
● Otras recomendaciones que ofrece el Director Médico de la compañía son:
○ Limpiar la piel con un jabón suave que no cause resequedad
○ Retirar toda la suciedad y/o el maquillaje
○ Lavarse después del ejercicio
○ No frotar la piel, y secar por contacto
○ Aplicar champú en el cabello todos los días, especialmente si es grasoso
○ Mantener el cabello fuera de la cara
○ No usar alcohol en la cara
○ Evitar los cosméticos con base de aceite