El fortalecimiento en el enfoque sostenible, la contribución a la economía circular y la eficiencia en los procesos productivos, son los criterios de evaluación que Pronaca consideró para reconocer la excelencia en sus centros de operaciones. Dos de ellos, ubicados en Pichincha y Santo Domingo, obtuvieron las más altas calificaciones y fueron premiados en la trigésima sexta edición de los ‘Gallos de Oro’.
Esta práctica interna reconoce a la excelencia en diferentes categorías: mejor negocio, mejor proyecto, mejor colaborador y mejor centro de operaciones con altas prácticas de sostenibilidad. Su propósito, además de resaltar el esfuerzo y compromiso de sus trabajadores, es vivir y compartir su cultura corporativa de ‘Alimentar Bien’.
Los centros de operaciones debieron cumplir con altos parámetros de gestión, siendo estos: económicos, estándares de calidad, gestión ambiental, bienestar ambiental, relacionamiento con las comunidades y seguridad y salud ocupacional. Es así que, en este año, dentro de la categoría de mejor centro de operación, dos de los 120 centros que la compañía tiene en todo el país, destacaron: la clasificadora Centro de Distribución Carcelén, en Quito, y la Planta de Aves, en Santo Domingo.
Esta insignia honorífica se ha consolidado en Pronaca como el mayor reconocimiento al esfuerzo, dedicación y aporte en la consolidación de un trabajo que se realiza de manera eficiente, humana y sostenible.
La meta de la compañía es trabajar para generar bienestar a los ecuatorianos en armonía con el ambiente. Los más de 7947 empleados que la conforman, aportan desde cada uno de sus espacios al propósito de Alimentar Bien, mediante una operación consciente y sostenible.
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