• Implementa buenas prácticas empresariales utilizando una póliza de Buen Uso de Anticipo.
• Garantiza que tu anticipo sea invertido para la ejecución del contrato.
• Seguros Confianza lidera la emisión de estas pólizas con el 37% de participación de mercado.
El Buen Uso de Anticipo es un producto diseñado para proteger al desarrollo de los contratos, mitigando el riesgo de pérdida de recursos económicos en caso de que los fondos, que se entregaron como anticipo, hayan sido utilizados para otro fin distinto al acordado inicialmente. Seguros Confianza cuenta con esta solución pensando en las necesidades de los proyectos, proporcionando una herramienta confiable y segura para optimizar sus operaciones comerciales.
Esta garantía puede ser utilizada en cualquier negocio lícito donde se desembolse un anticipo. En la práctica, las principales actividades cubiertas por esta póliza son: construcción, fabricación de productos, provisión de suministros, y prestación de servicios. En el sector público, la entrega de la póliza de Buen Uso de Anticipo es obligatoria siempre y cuando exista un desembolso de anticipo; en el sector privado es una buena práctica solicitarla, ya que minimiza el riesgo de pérdida de los fondos entregados.
Según las cifras publicadas por la Superintendencia de Compañías, Valores y Seguros, a junio de este año, la contratación del Buen Uso de Anticipo ha tenido un crecimiento del 22%. Seguros Confianza, líderes en este ramo, creció en un 40%. La función de esta póliza es asegurar que el cliente o contratista use los fondos recibidos de manera responsable y según las condiciones del contrato.
Algunos aspectos importantes del Buen Uso de Anticipo son:
Protege tu inversión y la ejecución óptima del contrato.
Certifica la confiabilidad del proyecto.
Evita retrasos innecesarios en los tiempos de ejecución.
En un entorno empresarial en constante innovación y evolución, los anticipos juegan un papel fundamental en el impulso de las operaciones comerciales. Sin embargo, los riesgos asociados con los anticipos mal gestionados pueden afectar negativamente a las empresas. Afortunadamente, los proyectos públicos y privados cuentan con esta herramienta que les permite desarrollarse en un entorno comercial seguro y confiable.