Manejar el dinero de manera responsable requiere de disciplina y conocimiento, y aunque al inicio parece algo complejo, si es posible lograrlo sin ser un experto en finanzas. La mejor manera es cultivarse sobre ciertos términos que son básicos para entender sobre finanzas personales. Conocer estos conceptos ayudará a tener un mejor control de los gastos y evitará errores comunes como el despilfarro o sobreendeudamiento.
“Sin duda, el conocimiento e información sobre finanzas personales contribuyen al crecimiento financiero de las personas, ya que ayudan a forjar buenos hábitos económicos. Existen términos básicos que toda persona debe conocer para tomar decisiones financieras acertadas y en el mejor de los casos, contar con un fondo para afrontar cualquier tipo de emergencia. Además, una adecuada administración del dinero hará que alcancemos nuestras metas propuestas con mayor facilidad”, explica Esteban Correa, Subgerente Comercial de Andalucía.
A continuación, Andalucía recopiló los conceptos y términos básicos más importantes para llevar unas finanzas saludables:
- Presupuesto: Hace referencia a la organización de los ingresos y gastos en un lapso de tiempo determinado. Consiste en registrar el dinero con el que se cuenta y destinar rubros para los gastos previstos. Esta herramienta ayuda a tener un mejor control del dinero, al prever la cantidad que se necesita para cumplir cualquier tipo de responsabilidad económica y a limitar o recortar gastos innecesarios.
- Capacidad adquisitiva personal: Es la cantidad de dinero con el que cuenta una persona para satisfacer la adquisición de bienes o servicios, así como para satisfacer todos sus gastos como servicios básicos, deudas, etc. Siempre es importante tener claro la capacidad que se tiene para no adquirir nuevas obligaciones financieras que no puedan ser cubiertas con el dinero disponible.
- Liquidez: Es la capacidad de dinero en efectivo con el que se cuenta para hacer frente a obligaciones o responsabilidades financieras.
- Activos: Son los bienes con los que cuenta una persona y que tienen una vida útil larga. Por ejemplo, una casa, menaje del hogar, terrenos, vehículos, entre otros.
- Pasivos: Corresponden a las deudas a terceros, ya sea con entidades financieras, familiares, amigos, etc. “Un ejemplo de pasivos es el préstamo, al adquirirlo estamos en la obligación de pagar el principal monto, junto con los intereses al proveedor”, explica el ejecutivo de Andalucía.
- Pago corriente: Es la cancelación del monto total de una deuda asumida mediante una tarjeta de crédito, es decir, debe ser cubierto con un solo pago en el siguiente estado de cuenta que se genere en la tarjeta.
- Pago diferido: Consiste en dividir el monto total de una compra, realizada mediante crédito directo o tarjeta de crédito, en varias cuotas, ya sea 3, 6, 12 meses, con o sin intereses. “Aquí recomendamos tener precaución al momento de acceder a un tipo de financiamiento que haga que el proceso de endeudamiento se haga más largo y engorroso, ofertas como el compre hoy y pague después de dos o tres meses, sólo harán que acumulemos gastos y atraigamos más endeudamiento a nuestra economía diaria”, detalla el Subgerente de Andalucía.
- Periodo de gracia: Es un plazo de tiempo que se acuerda con una entidad, antes de iniciar el pago de un crédito, en donde no se debe pagar ninguna cuota. Ojo con esta alternativa, ya que puede generar intereses durante este periodo, que deberán cancelarse en las siguientes cuotas del crédito.
- Tasa de interés: Equivale a un valor determinado que se debe cancelar al acceder a un monto de dinero mediante crédito y en un período de tiempo. “En la economía se la define como el precio del dinero en el tiempo», afirma Esteban.
- Historial crediticio: Es el registro del comportamiento de pago ante las entidades financieras, en donde se detalla la información de los créditos realizados, los saldos pendientes y la puntualidad en el pago. Este registro lo usan los bancos o cooperativas para el análisis del otorgamiento de créditos o productos financieros.