Tras el asesinato del presidenciable Fernando Villavicencio, Christian Zurita asumió esa candidatura. Y también los riesgos. Así señaló que abandonará el Ecuador, en los próximos días.
En entrevista con la BBC, Zurita indicó que para este año tenía un proyecto, que es un libro a profundidad sobre las relaciones de la deuda externa de Ecuador con China.
“Espero llegar a publicar este libro y desde allí tomaré decisiones. Siempre he vivido en una condición por demás libre. No me gusta vivir con una guardia de seguridad, estar acudiendo a lugares en donde los policías primero tienen que entrar a ver si son seguros», dijo.
Agregó que tras postularse como candidato presidencial, su vida cambió radicalmente. “Dudo que pueda tener la vida que tuve antes. Es un camino que ya prácticamente parece imposible de volver. O sea, lo caminado está hecho. Por las propias condiciones de seguridad debería ausentarme un tiempo del Ecuador, porque son muy serias y graves. Tengo que poner primero que todo la seguridad de mi familia que se encuentra en este momento totalmente dispersa».
Revelaciones
En la entrevista, Zurita indicó que su amistad con Villavicencio es antigua, y se forjó cuando él laboraba en un canal de televisión y Villavicencio trabajaba en el sindicato de Petroecuador.
“Ambos fuimos perseguidos, ambos constituimos portales de noticias poderosos, ambos terminamos trabajando juntos y teníamos una relación de hermandad profunda”.
Zurita indicó que tras hacerse pública su candidatura y, en el cierre de campaña, recibió amenazas. “Esa es una de las razones por las que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos emitió medidas cautelares inmediatas para que el Estado mantenga no solo a mi favor, sino en buena parte del equipo, un dispositivo de seguridad que efectivamente nos permita seguir trabajando”.
Agregó que se debe crear una comisión interpartidista que investigue el asesinato de Villavicencio. Para ello, indicó, se necesitará gran cantidad de votos. “Hay que establecer acuerdos parlamentarios con las fuerzas que efectivamente tengan interés de continuar con esto”.
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El excandidato presidencial señaló que Ecuador está tomado, una parte de su territorio, por el narcoestado. En estos lugares los delincuentes ejercen, de manera violenta, una condición de soberanía.
“Existen territorios, sobre todo en la costa ecuatoriana, donde ellos efectivamente pueden tener el control sobre fiscales y jueces a base de violencia. Es decir, no tienen ni siquiera que pagar para que suelten a uno de sus miembros, aliados o colaboradores. Simplemente tienen que ejercer la fuerza para someter a un juez, conociendo que puede ser asesinado él o su familia”.
Además, mencionó que cerca de un millón de personas en el país están ligadas a esta economía de la criminalidad, que es sobre todo informal, y atraviesa unas líneas que se volvieron violentas. Por ejemplo, la extorsión a pequeños y medianos comercios o el secuestro de cualquier tipo de persona que tiene un ingreso medio.
Fuente Radio Pichincha