Invertir no es tarea fácil. Generar ganancias con el dinero requiere conocimiento financiero, análisis de riesgos y una estrategia acorde a los plazos y necesidades del inversionista. Hasta el momento, los fondos de inversión han sido uno de los mecanismos más usados en el sector empresarial para generar rendimientos a partir de sus ganancias o excedentes de capital. Pero ¿qué opciones tienen las personas naturales?
Los fondos de inversión son una alternativa con gran potencial para proteger y crecer el patrimonio de los ecuatorianos. Según la Superintendencia de Compañías, que regula las empresas administradoras de este producto financiero, existen unos 393 mil fondos que corresponden a personas naturales (corte agosto 2023). Sin embargo, esta es una opción aún poco conocida en el país, y por lo tanto insuficientemente aprovechada por múltiples sectores de la población.
El macroeconomista Gonzalo Dueñas identifica la pandemia como el momento que evidenció importantes áreas no cubiertas por el sector de servicios financieros del país. «Fue sorprendente que gran parte de los ecuatorianos carecería del respaldo financiero para sortear imprevistos, o planificar su futuro” relata anecdóticamente la actual cabeza de Fideval, quien asumió la gerencia general de la empresa líder en fondos y fidecomisos en marzo de 2019, a las puertas de un periodo crítico. “Nunca antes pudimos sentir que la fragilidad de la vida nos toca a todos sin aviso, y muchas veces sin ningún tipo de respaldo», explica ratificando el origen de la apuesta profunda de innovación del negocio hacia las personas naturales, en consistencia con el enfoque corporativo de democratizar el acceso y desarrollar el mercado de capitales en el país.
El conocimiento es la primera barrera en el camino a la inversión. ¿Por dónde empezar?, ¿cómo transformarse en un inversionista en Ecuador? Con estas cinco claves, en palabras simples, toda persona puede evaluar sus opciones para planificar su futuro financiero como camino para cumplir sus metas y hacer realidad sus sueños.
Primero, los fondos de inversión no son exclusivos para empresas o grandes inversionistas. La innovación de la industria de fondos de inversión para personas naturales en Ecuador ha diversificado la oferta de estos productos para distintos perfiles de inversionista. Por ejemplo, solo Fideval ofrece ocho distintos tipos de fondos para personas naturales. Uno de ellos, el Fondo Objetivo, inicia con aportes desde $20 mensuales, monto a partir del cual el inversionista se suma a una caja común de numerosos aportantes que constituyen un patrimonio robusto, siendo un dato clave a conocer que, los fondos de inversión son entidades autónomas, es decir, si la empresa que los administra quiebra, el fondo se mantendrá intacto y no se perderá el dinero.
Segundo, ahorrar e invertir no es lo mismo. Cuando se genera un excedente en la economía familiar, generalmente se destina a cumplir una meta o guardarlo para un momento de crisis. Eso se llama ahorro, donde existe familiaridad y confianza entre los ahorristas para depositar su dinero. Sin embargo, este excedente tiene un potencial mayor de incremento, cuando el ahorro se convierte en inversión. Este es el resultado que consiguen los fondos al tener un mecanismo de capitalización diaria. Es decir que, si el monto invertido es $25 y el rendimiento conseguido hoy es de $1, mañana no se generará ganancias por los $25 iniciales, sino partiendo de los $26. Así, el dinero al siguiente día seguirá ganando intereses sobre lo ganado, en un efecto multiplicador, a diferencia de los ahorros que no crecen de igual forma.
Tercero, mayor tasa de interés no es el primer factor para invertir. El manejo de riesgo es el gran diferenciador que un inversionista debería conocer al momento de confiar el futuro de su patrimonio a un tercero. Las administradoras de fondos calificadas cuentan con el respaldo de expertos en cómo invertir el dinero de las personas en lugares confiables que logren rendimientos competitivos. Además, tienen una gestión de riesgos certificada por entidades independientes, entre ellas BankWatch Ratings, que en el caso de Fideval, a pesar de no ser una obligatoriedad, es un aval de su rigor desde hace 10 años. “El blindaje de cada fondo, como un vehículo individual, se otorga a través de la seguridad, esto se obtiene a través de la diversificación del portafolio, metodología de riesgo y experiencia en el asesoramiento”, menciona Gonzalo Dueñas.
Cuarto, el inversionista en fondos para personas no está solo. En materia de inversión son múltiples las variables a tomar en cuenta, siendo el desconocimiento un limitante inicial para las personas naturales. La asesoría y acompañamiento que brindan los asesores, de la mano de la tecnología, son herramientas para proyectar una meta financiera en el tiempo y que así proyectos ambiciosos sean posibles, como estudiar en la universidad, realizar un viaje, comprar una casa o contar con recursos suficientes en la etapa de retiro. Al final, los sueños son inversiones personales a corto, mediano o largo plazo que se cumplen gracias al capital que surge por el esfuerzo del trabajo de las personas.
Quinto, los fondos de inversión dinamizan la economía del país. Ampliar la base de inversionistas desde todos los segmentos, no solo tiene la virtud de generar rendimientos a favor de los propietarios del capital, sino que también tiene impacto al dinamizar el movimiento del dinero en el sector financiero y real de la economía. Estos instrumentos financieros permiten dar vida a proyectos y negocios de gran interés para el país. “Invertimos en obligaciones y papel comercial de jugadores locales y una parte en el sector financiero. A través de ese rol los fondos de inversión hacen país”, detalla Gonzalo Dueñas.
En Ecuador, el desarrollo de los fondos para personas naturales facilita que muchos puedan convertirse en inversionistas y así conseguir metas de vida, disminuyendo el esfuerzo y tiempo del ahorro. Generar una cultura de inversión marca un antes y después en quienes quieren planificar su futuro financiero.
En la foto: Gonzalo Dueñas, Gerente General de Fideval junto a su equipo de trabajo