• En la mayoría de los países de América Latina y el Caribe, la proporción de mujeres graduadas de carreras STEM no supera el 40%, según CEPAL.
• Pilar Vélez (Universidad Nebrija): “Es crucial romper con los estereotipos de género para permitir que todas las personas, independientemente de su sexo, desarrollen su talento y contribuyan al progreso en áreas como la tecnología y la ciencia».
• Juan Carlos Arroyo, director de la Politécnica Nebrija: “La aportación de la mujer es fundamental, no sólo por sus capacidades técnicas específicas, sino porque su capacidad de dirección y liderazgo en el mundo politécnico es muy necesaria”.
Cada 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer, una jornada destinada a perseguir la igualdad de las mujeres y los hombres en todos los órdenes, también en las áreas de la ciencia, la tecnología y las matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés).
Un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de la ONU (CEPAL), señala que en los países de la región la proporción de mujeres graduadas de carreras STEM no supera el 40%. Los campos más críticos son ingeniería, industria y construcción (con 30,8% de participación de mujeres en la matrícula de educación superior en 2019) y tecnologías de la información y las comunicaciones, TIC, con 18% de participación de mujeres en la matrícula de educación superior en 2019.
Pilar Vélez, directora de los Grados en Matemáticas y Física de la Universidad Nebrija, afirma que existe una baja participación femenina en carreras vinculadas a STEM, con solo tres de cada diez mujeres optando por estudiar en estos campos. Esta situación resalta una marcada brecha de género en áreas cruciales para el progreso tecnológico.
Vélez reconoce que muchas estudiantes poseen habilidades excepcionales en campos como la informática, pero lamentablemente, a menudo no reciben el estímulo adecuado para explorar su potencial en estas áreas. «Es crucial romper con los estereotipos de género para permitir que todas las personas, independientemente de su sexo, desarrollen su talento y contribuyan al progreso en áreas como la tecnología y la ciencia», enfatiza.
Además, señala que, aunque las mujeres se gradúan y obtienen doctorados en áreas tecnológicas, continúan estando subrepresentadas en puestos de liderazgo en estos campos. Esta desigualdad se manifiesta en premios o reconocimientos importantes, como la Medalla Fields, concedida solo una vez a una mujer en su historia.
A estos datos la docente agrega que, “si las organizaciones cuentan con más ejecutivas formadas y con capacidades directivas adecuadas, lograrán mejorar su competitividad y promover competencias que contribuyen a humanizar su estructura y a fortalecer el compromiso de los equipos”.
Al cambio a través de la educación
Para contribuir a que esta situación se revierta, la Universidad Nebrija ha creado un diploma destinado a estudiantes mujeres en el tercer y cuarto año de grado. Este diploma, que se ofrece como una actividad extracurricular, se enfoca en temas como la Gestión del Cambio, el Liderazgo Transformacional, los Objetivos de Liderazgo, Masterclass de Mujeres Referentes y el Desarrollo de Competencias de Negociación, entre otras competencias. Estas nuevas incorporaciones en el plan de estudios buscan no solo fomentar el crecimiento profesional de las mujeres, sino también su desarrollo emocional y de aptitudes.
La revolución tecnológica que está transformando profundamente la forma en que las personas se desenvuelven y desarrollan exige requiere también de mujeres altamente preparadas en los ámbitos STEAM. Juan Carlos Arroyo, director de la Escuela Politécnica Superior de la Universidad Nebrija, lo concreta: “El mundo politécnico está fundamentalmente dominado por hombres, pero tenemos que celebrar y reconocer que la aportación de la mujer es fundamental, no sólo por sus capacidades técnicas específicas, abstractas, sino porque su capacidad de dirección y liderazgo en el mundo politécnico es muy necesaria”.