● Las monedas digitales emitidas por bancos centrales (CBDC) avanzan entre la población pese a que una gran parte de los usuarios evidencia sus miedos por el control de la privacidad como uno de los limitantes claves para generalizar su uso
● Un 23% de las respuestas recogidas en el Informe CBDC o Efectivo Digital considera las CBDC verdaderos habilitantes de casos de uso innovadores en la economía digital, así como un vehículo para ganar más eficiencia en el sistema de pagos, aumentar la inclusión financiera y reforzar la posición económica y monetaria de los territorios
● El informe de Minsait Payments identifica las motivaciones para una nueva forma de dinero, el efectivo digital, las implicaciones previsibles de su adopción y, de ser así, para cuándo y para qué
● El 19% de los expertos encuestados por Minsait Payments también anticipa que el pago con las monedas digitales se usará de forma experimental, pero en ningún caso de forma masiva y generalizada
Aunque la adopción de las monedas digitales emitidas por bancos centrales (CBDC) avanza, está penetrando en los mercados con inquietud por parte de los ciudadanos y agentes de la industria por la dificultad de anticipar sus implicaciones para el sistema de pagos global. Estas preocupaciones están relacionadas con la sensación que tienen los ciudadanos de perder el control sobre su dinero o al menos de la forma en la que lo hacían hasta ahora, entre otras cosas.
Según el Informe CBDC o Efectivo Digital de Minsait Payments, además de la preocupación por la privacidad y el control público, la falta de comprensión y de educación financiera y digital de los usuarios también es un impedimento para la futura estandarización de las CBDC, que se posiciona en segundo lugar como una de las limitaciones para la escalada de las monedas digitales, con un porcentaje del 21%. Seguidamente se sitúan los retos tecnológicos y de infraestructura (19%), el riesgo de irrelevancia de la solución (14%) y la eventual resistencia al cambio por parte de las entidades financieras tradicionales (10%).
Pese a los obstáculos, existe sintonía entre los bancos centrales por constatar la pertinencia, factibilidad, viabilidad y las implicaciones de contar con una CBDC, siendo las motivaciones distintas según el país o la región. Según se constata en el Informe sectorial de Minsait Payments, las economías más avanzadas buscan en la digitalización de la moneda mejorar la eficiencia de los pagos y confían en su capacidad por poder ser una herramienta más para la innovación y avance en el día a día. Las economías más emergentes, sin embargo, depositan su confianza en ellas como instrumento para la inclusión financiera.
Formas de pagar complementarias
Un tercio de los agentes de la industria de pagos confían en que las CBDC tendrán un rol complementario a las monedas físicas en el futuro más inmediato, no sustitutorio. En la misma línea, el 26% considera que su uso estará limitado a ciertas regiones o países.
El 19% de los expertos encuestados por Minsait Payments también anticipa que se usará de forma experimental, pero en ningún caso de forma masiva y generalizada, amparados quizás por cierto desconocimiento sobre sus capacidades. Con todo, aún se perciben reticencias entre los usuarios y solo un 10% afirma a día de hoy que estas monedas digitales serán esenciales en los próximos diez años.
Otro aspecto que analiza el informe sectorial es por dónde transitarán las CBDC. El 43% de los agentes de la industria cree que pasarán por los actuales canales de pago, aunque un 38% estima que serán los usuarios los que elijan en cada momento qué canales usar según cada caso y momento.
El Informe sectorial CBDC o Efectivo Digital de Minsait Payments forma parte del estudio que la compañía presenta todos los años sobre Tendencias en Medios de Pago, y que está elaborado en colaboración con Analistas Financieros Internacionales (AFI). Este documento recoge las opiniones de más de 4.800 personas internautas bancarizadas de España, Italia, Portugal, Reino Unido y Latinoamérica (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Perú y República Dominicana).