La Asociación Nacional de Prestadores Externos de Servicios de Salud (Anpes) denunció este miércoles no solo la dramática situación que atraviesan los más de 400 centros salud que pertenecen a la red privada complementaria por la deuda de más de $ 1.340 millones desde hace 14 meses, por parte del IESS, sino la preocupación por la condición de los 400.000 pacientes afiliados/jubilados crónicos que se atienden aún en sus centros de salud.
«Año a año damos más de 7,1 millon de atenciones médicas a pacientes jubilados y afiliados en nuestra red y esta deuda del Iess está llevando a la quiebra a los prestadores externos de salud que mantienen mas 150.000 plazas de trabajo de manera directa e indirecta», indicó César Serrano, director ejecutivo de ANPES.
Serrano manifestó que como prestadores externos mantienen el estricto cumplimiento del tarifario de operaciones para el Sistema Nacional de Salud vigente desde el año 2014, como lo determina el contrato. El tarifario es el instrumento técnico que regula el reconocimiento económico de los servicios de salud brindados por las instituciones y los valores expresados en dicho documento registran el techo máximo del valor para el pago.
Intervención de Contraloría
Debido a que es una norma constitucional que los descuentos de los afiliados al IESS deben ir a sus pensiones y a su seguro de salud, Anpes exige a nombre de quienes conforman la red externa complementaria de salud que la Contraloría General del Estado intervenga de manera inmediata en el IESS, para determinar a dónde se han ido los fondos que mes a mes descuentan a quienes somos afiliados al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social. La aportación de los afiliados al IESS genera alrededor de $ 600 millones mensuales.
«Porque no puede ser que se recauden cerca de $ 10.000 millones desde el año anterior y no se destine ese 10% que establece la ley para el Fondo de Salud y no se pague a los prestadores externos», subrayó el director ejecutivo de Anpes.