La Arcotel señala que el cliente debe notificar a la operadora con 15 días de anticipación para evitar cobros adicionales.
Como un dolor de cabeza, así describe Iván el proceso para suspender su plan de Internet y telefonía. Contó con el servicio durante 11 años y, cuando se cambió de casa, no se imaginó lo que le esperaba.
Los problemas se agudizaron cuando Iván canceló el servicio de Internet, pero asegura que, desde la operadora, continuaron descontándole de su cuenta bancaria durante cinco meses un servicio que ya no ocupaba.
Le mantuvieron en un constante ir y venir asegurándole que revisarían su caso. Pero no fue así, incluso, fue a la Defensoría del Pueblo a denunciar el caso, pero tras oficios, papeleos y ofrecimiento de ayuda, tampoco obtuvo una solución.
Algo similar, pero con otra marca telefónica, le sucedió a Darío, a quién le ofrecieron un plan de celular y los beneficios que ello suponía.
Cuando quiso cancelar el plan, por el cobro de precios indebidos, a Darío no le dejaron salirse y le indicaron que debía seguir pagando, caso contrario perdería su número y lo habrían amenazado con seguirle un juicio.
Asistió a la Defensoría del Pueblo, pero tampoco le habrían ayudado.
De acuerdo con denuncias ciudadanas, la cancelación de estos servicios se da en su mayoría, por inconvenientes o fallas no resueltas de manera oportuna en el servicio.
Desde las empresas y telefónicas aseguran que, para cancelar el servicio, el usuario no debe tener deuda con la empresa, además, tener presente el día de facturación y los días que tiene para que no se vuelva a facturar el servicio.
De su parte, la Agencia de Regulación y Control de las Telecomunicaciones (Arcotel) señala que el cliente debe notificar a la operadora con 15 días de anticipación para evitar cobros adicionales.
Fuente: Radio Pichincha