Llevar una barba bien cuidada no solo es una cuestión de estilo, sino también de salud. El vello facial requiere una atención especial para evitar problemas comunes como irritaciones, infecciones o sequedad. Mantener una rutina adecuada de limpieza, hidratación y cuidados específicos es esencial para lucir una barba saludable y fuerte. En esta nota, exploraremos algunos consejos dermatológicos clave para optimizar el crecimiento y la apariencia de tu barba, asegurando que no solo se vea bien, sino que también esté en su mejor estado.

No todos los hombres tienen la suerte de poseer una barba completa, poblada y densa. Según Marissa Gonzaga Añazco, docente de la Escuela de Medicina de la UIDE, gran porcentaje de la población presenta áreas de calvicie en la barba  y falta de densidad. El crecimiento de la barba es una preocupación común para muchos hombres que desean lucir un vello facial más abundante y saludable. Aunque factores como la genética y las hormonas juegan un papel importante en la densidad y la velocidad de crecimiento de la barba, existen varios cuidados y recomendaciones dermatológicas que pueden optimizar este proceso y mejorar la salud del vello facial.

Para Gonzaga, es fundamental  destacar la importancia de mantener una barba limpia y bien cuidada para evitar afecciones comunes, como la dermatitis seborreica, foliculitis o infecciones cutáneas. Además, la acumulación de sebo, suciedad y células muertas puede obstruir los folículos pilosos, dificultando el crecimiento del vello. Se recomienda lavar la barba regularmente con productos específicos, usando jabones suaves tipo syndets que evitan resecar tanto el pelo como la piel subyacente. La exfoliación suave una vez por semana también ayuda a que no se obstruyan los poros y previene pelos encarnados, favoreciendo un entorno más saludable para el crecimiento. Asimismo, se debe evitar el afeitado excesivo, se recomienda hacer el recorte regular de las puntas y la hidratación con aceites o bálsamos específicos pueden mejorar la textura y prevenir la sequedad. Ingredientes como el aceite de jojoba, argán y vitamina E son especialmente beneficiosos.

Para aquellos que optan por estilos más largos o frondosos, el cepillado diario es clave para evitar enredos y distribuir los aceites naturales de la piel a lo largo del vello facial. Para quienes buscan mejorar el crecimiento, una alimentación equilibrada y rica en nutrientes es fundamental. Vitaminas del complejo B, biotina, zinc y proteínas son esenciales para un vello facial más fuerte y saludable. Además, una correcta hidratación y evitar hábitos como fumar o el consumo excesivo de alcohol también influyen en la salud capilar y en la calidad del vello facial.

Otra recomendación es evitar el estrés, ya que el cortisol, la hormona del estrés, puede influir negativamente en el ciclo de crecimiento del pelo. Mantener una rutina de sueño adecuada y realizar actividades que promuevan la relajación, como el ejercicio físico o la meditación, pueden mejorar indirectamente el crecimiento de la barba al favorecer un equilibrio hormonal óptimo.

Redactado por:

 Dra. Marissa Gonzaga Añazco

– Dermatóloga en Torres Médicas del Hospital Metropolitano.

– Docente de la Cátedra de Dermatología de la Escuela de Medicina de la UIDE – Universidad Internacional del Ecuador.

El cuidado de la barba trasciende lo estético, convirtiéndose en una práctica que protege la salud de la piel. Una rutina adecuada que incluya limpieza, hidratación y hábitos saludables es fundamental para mejorar su apariencia y promover un crecimiento óptimo. Ante cualquier duda sobre cómo mantener la barba en buen estado o la aparición de problemas cutáneos, es recomendable consultar a un dermatólogo. Una barba bien cuidada refleja un enfoque integral de bienestar que favorece tanto la imagen personal como la salud.

Por Yazmín Bustán

Feminista. Trabajando en visibilizar el trabajo que hacemos las mujeres,

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