El sector camaronero pronostica serios problemas en su cadena productiva si no se cumple con la planificación de los racionamientos eléctricos y sin una comunicación oportuna a los ciudadanos, pues industrias como la de fabricación de alimento para camarón requieren tiempos mínimos para el encendido de sus equipos.
De igual forma sucede con las empacadoras de camarón, que deben planificar la recepción del producto para su clasificación, procesamiento, empaque y colocación en contenedores para exportación. No contar con horarios definidos les impide organizar la logística y pone en riesgo el cumplimiento de compromisos con clientes. De la misma manera, las empacadoras requieren energía eléctrica para procesar y congelar el camarón a -18 °C, lo cual demanda considerables volúmenes energéticos. Este proceso es esencial para preservar la calidad del producto y cumplir con los estándares de seguridad alimentaria.
Por otra parte, la falta de energía en las fincas camaroneras afecta el bombeo del agua, lo que pone en riesgo las condiciones de oxígeno y la supervivencia del crustáceo.
Los cortes inesperados de energía en estas áreas clave de la industria pueden generar pérdidas económicas que superarían los 5 millones de dólares diarios. En tal sentido, la Cámara Nacional de Acuacultura (CNA) estima que, de mantenerse este escenario, el sector podría acumular pérdidas por decenas de millones en pocas semanas, comprometiendo no solo las exportaciones, sino también la producción interna de insumos y la supervivencia del camarón en las piscinas que dependen de los sistemas eléctricos.
Además, la CNA solicita un enfoque diferenciado en el racionamiento eléctrico por zonas categorizadas como industriales, por ejemplo, en los cantones Durán y Yaguachi de la provincia del Guayas, argumentando lo siguiente:
1) La demanda industrial en Durán es de 140 MW, casi el doble que la residencial (80 MW), lo que requiere un tratamiento especial en comparación con otras ciudades.
2) Se propone limitar las interrupciones de energía para el sector industrial a una sola vez al día, minimizando el impacto en la productividad.
3) Anuncios con antelación sobre las restricciones de energía, para permitir una planificación eficiente de las operaciones industriales.
La CNA reconoce la iniciativa del Gobierno Nacional para involucrar al sector privado en la generación eléctrica durante la crisis. Para participar en este plan, los interesados deben registrar sus motores de generación en las empresas de distribución eléctrica, tras lo cual se instalarán medidores que registren tanto el consumo privado como la energía que se entregue al Sistema Nacional Interconectado. Además, el Estado emitirá una nota de crédito para cubrir los costos operativos del generador, incluyendo combustible y mantenimiento.
El gremio reitera su disposición para trabajar en conjunto con las autoridades y actores involucrados, a fin de encontrar soluciones que protejan esta industria vital para la economía ecuatoriana. Por ello insisten en que se mejore el flujo de información desde las autoridades del sector energético, esperando que se dé certeza en los horarios de corte del flujo eléctrico, así como la duración aproximada de esta crisis que ya está impactando seriamente a la actividad productiva nacional.