Manuel Manzano siempre supo lo que quería: una casa para su familia y un auto para facilitar su día a día. Sin embargo, como muchos ecuatorianos, las opciones tradicionales de financiamiento le resultaban inalcanzables. Fue entonces cuando conoció el sistema de compra programada, una alternativa que le prometía hacer realidad sus metas sin las barreras de los métodos convencionales. Para Manuel, la experiencia fue doblemente satisfactoria. Cliente de una de las empresas de la Cámara de Empresas de Compra Programada (AECOP), no solo adquirió un vehículo, sino también un inmueble, todo bajo este sistema. Desde el inicio, recibió una atención personalizada y clara, adaptada a sus necesidades. «El equipo fue un gran apoyo, incluso después de la compra», recuerda. «Recomiendo 100% a la empresa. Son transparentes y serios, y sus productos realmente se ajustan a lo que el cliente necesita».
Cristian Ramírez, por su parte, tenía un objetivo claro: obtener su primer auto. Tenía una larga lista de obstáculos financieros, sin embargo, la compra programada, se presentó como la solución ideal. Con cuotas cómodas y una tasa de interés mucho más accesible, Cristian cumplió su sueño. «El proceso fue sencillo, me acompañaron en cada paso y ahora mi vehículo es una realidad», dice con satisfacción.
Estas historias son una muestra del impacto que ha generado la compra programada en el Ecuador. Las empresas de la Cámara de Empresas de Compra Programada AECOP han permitido la adquisición de cientos de vehículos y viviendas, mejorando la calidad de vida de las familias ecuatorianas. Solo en lo que va del 2024, ha entregado más de 2.762 vehículos y 119 viviendas en todo el país, la compra programada se ha consolidado como un pilar de crecimiento económico y bienestar social.
Edwin Atancuri vivió un reto adicional. A pesar de enfrentarse a problemas iniciales con su buró de crédito, su asesora comercial no lo dejó solo. Gracias al acompañamiento constante y al compromiso del equipo, Edwin logró superar las dificultades y hoy disfruta de su nuevo vehículo. «Mi asesora supo guiarme de manera correcta y ganaron toda mi confianza», relata, agradecido por haber encontrado un sistema que, más allá de venderle un auto, le brindó tranquilidad y apoyo.
Los clientes no son los únicos que encuentran éxito en este sistema. Los asesores comerciales también experimentan mejoras notables en sus ventas, especialmente después de la certificación en el código de ética que ofrece la AECOP. Catherine Falcones, asesora de una de las empresas de AECOP, comenta cómo esta certificación le
ayudó a transmitir más confianza a los clientes, lo que resultó en un incremento en las ventas. «Realizar la certificación me ayudó a transmitir seguridad al cliente, lo que incrementó nuestras ventas» afirmó Catherine. Para Gabriela Array, asesora comercial, aprender a comunicarse con transparencia fue clave para cerrar más negocios: «Comprendí que lo más importante es ser siempre transparente, y eso es lo que genera éxito en las ventas».
La clave del éxito no solo está en el sistema de compra programada, sino también en la formación ética de quienes lo operan. La AECOP se guía por un Código de Ética que se aplica a todas las empresas y empleados asociados, garantizando que las actividades de promoción y venta se realicen con honestidad y veracidad como principios fundamentales. Además, la entidad proporciona entrenamiento continuo a las 450 integrantes de la fuerza de venta de las empresas que conforman la AECOP, mediante la certificación en su código de ética para mantener estos estándares.
La Cámara de Empresas de Compra Programada continuará trabajando para que más familias tengan acceso a bienes de alto valor, como viviendas y vehículos, de manera eficiente y segura. Con una visión clara y un enfoque ético, los miembros de la AECOP son la opción más confiable para aquellos que buscan cumplir sus metas de manera accesible y transparente, alejándose de los altos intereses y las complejidades de los financiamientos tradicionales.