El rol de los hombres en la cocina casera ha experimentado una transformación significativa en la última década. Lo que para muchos comenzó como un simple hobby, se ha convertido en una tendencia creciente que está generando un impacto positivo dentro de los hogares. Además de representar una manera de expresión creativa para ellos y de desconexión con el acelerado ritmo de vida actual, este cambio de roles también ha fomentado la unión, el equilibrio y el bienestar familiar.
De acuerdo con estudios recientes del mercado (Statista), el 40% de los hombres de entre 18 y 34 años cocinan al menos una vez por semana, una cifra que ha aumentado en un 30% la última década. El 65% de los millennials también evidencian una preferencia para preparar sus propias comidas en casa. “Sin duda, el autocuidado y bienestar físico y mental han sido una de las motivaciones para que los hombres hayan conquistado las cocinas; a esto se suma, el cambio de mentalidad respecto a la manera de ver las actividades domésticas, ya que las generaciones actuales lo ven como responsabilidades compartidas por todos los miembros de la familia”, señala Felipe Campana, Chef de El Cocinero.
En este nuevo escenario, “también vemos que los hombres están transformando la cocina en una experiencia creativa, dando lugar a la exploración de nuevos sabores y la combinación de ingredientes nunca antes imaginados que le han dado un toque único a sus platos”, añade Campana.
¿Cómo está impactando este cambio de roles en la vida familiar?
- Relaciones equitativas:
Cocinar es una forma de compartir las responsabilidades del hogar, especialmente en familias donde ambos cónyuges trabajan. El hecho de que ellos participen más en la cocina fomenta la igualdad en el hogar, eliminando la visión tradicional de que la cocina es una tarea exclusivamente femenina.
- Conexión Familiar:
Preparar alimentos para la familia es una manera de expresar cariño y atención, fortaleciendo los lazos familiares. Los hombres que se involucran en la cocina tienen la oportunidad de interactuar más con sus hijos y enseñarles hábitos alimenticios saludables, así como valores de cooperación y colaboración.
- Creatividad y reducción del estrés:
Para ellos, la cocina se ha convertido en un espacio para aprender, relajarse y disfrutar de los deliciosos sabores de la comida con mayor conciencia. Además, las nuevas habilidades culinarias fomentan la creatividad y la autosuficiencia. También les ha ayudado a descubrir el valor terapéutico de cocinar, lo que contribuye a la reducción del estrés.
- Alimentación más variada y trabajo en equipo:
La participación de los hombres en la cocina también ha dado lugar a que participen más en la toma de decisiones alimentarias. Esto lleva a una mayor variedad en los menús diarios y a un enfoque más consciente en la nutrición. Además, cocinar en casa permite un mayor control sobre los ingredientes, lo que contribuye a una alimentación más saludable tanto para ellos como para su familia.
- Mejor comunicación y trabajo en equipo:
Compartir tareas en la cocina fomenta la colaboración y el diálogo entre las parejas. La coordinación de horarios, preferencias alimenticias y decisiones sobre las comidas promueve una mayor comunicación, fortaleciendo las relaciones en el hogar.
La evolución del rol de los hombres en la cocina ha demostrado que cocinar es mucho más que una tarea doméstica. “Hoy, la cocina se ha convertido en un espacio donde los hombres pueden ser creativos, relajarse y encontrar una fuente de realización personal, que además está fomentando la unión dentro del hogar y transformando las relaciones familiares. Más allá de las recetas, también están plasmando ideas, emociones y experiencias en cada plato, creando algo que trasciende lo funcional para convertirse en una obra de arte comestible”, finaliza el chef de El Cocinero.