Cada año, el 17 de octubre se conmemora el Día Mundial contra el Dolor, una fecha destinada a crear conciencia sobre la importancia del tratamiento adecuado del dolor y su impacto en la calidad de vida de millones de personas en todo el mundo. Según la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP), esta patología es definida como «una experiencia sensorial y emocional desagradable». Esta definición subraya la complejidad y la subjetividad del dolor, como una experiencia única y personal.
Estadísticas Globales y Locales
A nivel mundial, algunas de las condiciones más prevalentes relacionadas con el dolor crónico no oncológico son el dolor lumbar (71%), el dolor en las articulaciones (57%), y el dolor cervical (35%). En Ecuador, según un estudio realizado en colaboración con la Federación Latinoamericana de Asociaciones para el Estudio y Tratamiento del Dolor (Fedelat) y la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), las cifras son alarmantes: el dolor lumbar afecta entre el 40% y el 44% de la población, seguido por el dolor abdominal (16-20%) y el dolor articular (12-27%).
Impacto en la calidad de vida
El dolor crónico tiene un efecto devastador en la calidad de vida de quienes lo padecen. Afecta la capacidad para realizar actividades cotidianas, trabajar, y mantener relaciones sociales. Además, está asociado con problemas psicológicos como irritabilidad, depresión, y trastornos del sueño. Estos efectos subrayan la necesidad urgente de intervenciones eficaces y personalizadas.
Avances médicos y tratamientos
En los últimos años, se han desarrollado numerosos avances médicos para el tratamiento del dolor, incluyendo nuevas moléculas analgésicas y procedimientos intervencionistas mínimamente invasivos. Sin embargo, no existe un tratamiento universalmente eficaz; las terapias deben adaptarse a las necesidades individuales de cada paciente. Las modalidades de tratamiento pueden incluir desde medicamentos analgésicos y fisioterapia, hasta terapias alternativas como la acupuntura.
Consejos para pacientes y prevención
Para aquellos que conviven con dolor crónico, es crucial buscar el asesoramiento de especialistas en manejo del dolor y considerar una terapia multimodal que incluya medicación, fisioterapia, y apoyo psicológico. Según la doctora Débora Brigitte Martineau, especialista en Anestesiología y Terapia de Dolor, aunque muchos síndromes dolorosos son inevitables debido al envejecimiento, mantener un estilo de vida saludable, con una dieta balanceada y ejercicio regular, puede ayudar a mitigar su impacto. “Aquellas personas que conviven con el dolor no solamente necesitan incluir medicación analgésica, sino además fisioterapia, psicoterapia, terapia ocupacional, entre otros aspectos para tener una terapia multimodal”.
El Día Mundial contra el Dolor nos recuerda la importancia de abordar el dolor como una prioridad de salud pública. Se necesita un enfoque integral que combine avances médicos, educación, y políticas de salud para mejorar la calidad de vida de los pacientes en Ecuador y en el mundo. La conciencia y la acción colectiva son esenciales para enfrentar este desafío.