En el marco del Día Mundial de las Personas de Talla Baja, este 25 de octubre, la comunidad médica, investigadores, pacientes y la sociedad en general, miran con atención una fecha para tomar conciencia sobre una valoración temprana y tratamiento preciso y certificado. Esta patología que puede tener diferentes causas y factores tiene una incidencia estimada de aproximadamente 1 de cada 25.000 personas en el mundo.
De acuerdo con datos de la organización Little People of America, se estima que a nivel internacional hay más de 600 mil personas con algún tipo de condición que causa baja estatura. Además, según una investigación realizada por el Imperial College de Londres, Ecuador es el segundo país de América del Sur con la talla más baja. En el país, el promedio de altura para hombres es de 1,67 y para mujeres de 1,55 metros; por esta razón, muchas veces en los hogares ecuatorianos no se le da importancia a que los niños estén por debajo de la línea normal en la curva de crecimiento.
A pesar de que existen varias causas para que alguien tenga talla baja, que pueden asociarse a más de 403 trastornos genéticos entre otras procedencias, en Ecuador, este tema sigue en constante investigación. Estudios científicos han demostrado que uno de los principales factores para que exista la talla baja es la falta de producción de la hormona de crecimiento en los niños, la cual se encarga de estimular el desarrollo infantil y de mantener los tejidos y los órganos a lo largo de la vida.
Al quedar en evidencia que la estatura de una persona va más allá de los genes heredados, el problema para el especialista médico Carlos Solís radica “en muchos casos hay una valoración médica tardía y fuera de opción terapéutica, o se usa la hormona de manera no adecuada, sin contar lo costoso que significa el tratamiento por la deficiencia de Hormona del Crecimiento (GH en inglés)”.
Solís, jefe del Servicio de Endocrinología de Hospital IESS Los Ceibos de Guayaquil y presidente de la Sociedad Ecuatoriana de Endocrinología – Núcleo Guayas, lidera desde hace cinco años la primera clínica de talla baja hospitalaria del Ecuador. Menciona que de cada de 10 niños en el país, 3 tienen necesidad de una valoración por talla baja. En esta clínica se han tamizado a más de 300 infantes y con tratamiento a más de 100, hasta el momento.
El déficit de la hormona de crecimiento obedece a varias causas: congénita o adquirida, endocrina, nutricional, trastorno renal, trastornos hepáticos y otros; las cuales deben ser descartadas previamente. El diagnóstico se basa en una exploración física, una revisión de las tablas de crecimiento del niño y pruebas que pueden incluir radiografías, análisis de sangre, pruebas genéticas, pruebas de estimulación y pruebas de diagnóstico por la imagen.
En algunos niños, el retraso de crecimiento es el único síntoma; por ello, es vital llevar un control detallado de su desarrollo. De allí que lo primero a efectuar es un correcto seguimiento con las curvas de crecimiento, para que en caso de observarse una horizontalización, el pediatra o médico general pida de forma inmediata una consulta a endocrinología para establecer una investigación a tiempo.
Espacio de concientización y reflexiones
Para evaluar este y otros mecanismos de atención rápida en esta condición, el Doctor Carlos Solís junto a su equipo médico, en coordinación con la Sociedad Ecuatoriana de Endocrinología y el Hospital IESS Los Ceibos, organizan, en Guayaquil, este 25 de octubre, el evento de ´Concientización de Talla Baja´ donde hablarán sobre el correcto uso de un tutorial para el manejo de curvas de crecimiento, causas endocrinas para talla baja sin déficit GH, caracterización clínica talla baja, entre otros temas de interés, con el objetivo de tomar real conciencia de esta problemática.
¿Cómo detectar si un niño tiene problemas en su crecimiento?
- El niño/a presenta una estatura bastante menor con relación a su edad y sexo
- El niño tiene una velocidad de crecimiento disminuida.
- Hipoglucemias (azúcar baja)
- Retardo en el desarrollo sexual
A pesar de contar con estos síntomas básicos, la base de todo es un correcto tamizaje. Si hay la sospecha se debe hacer la investigación adecuada con imágenes, exámenes y el criterio de un especialista.