Cada 14 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Diabetes, una fecha dedicada a aumentar la concienciación y mejorar la prevención, diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad. En Ecuador, la diabetes mellitus es la segunda causa de muerte, con más de 5,000 decesos registrados en 2022, afectando especialmente a personas mayores de 65 años. Además, es la segunda causa de mortalidad entre las mujeres del país, lo que subraya la urgente necesidad de implementar estrategias efectivas para su manejo. Esta enfermedad también incrementa el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas y vasculares. Por otra parte, en 2024, SIME Sistemas Médicos diagnosticó a 2,886 pacientes con diabetes, incluyendo casos insulinodependientes.
La doctora Nasthia Quilismal, especialista en Endocrinología y Metabolismo de SIME Sistemas Médicos, comparte información para sensibilizar a la población sobre esta enfermedad.
Tipos de diabetes:
- Existen varios tipos de diabetes, siendo la diabetes tipo 2 la más común, representando el 90 % de los casos. La diabetes tipo 2 se desarrolla generalmente en la edad adulta y está asociada a la obesidad y el sobrepeso.
- La diabetes tipo 1 es causada por un daño autoinmune a las células beta del páncreas, resultando en una deficiencia absoluta de insulina; las personas afectadas requieren insulina desde el diagnóstico.
- Otros tipos menos comunes incluyen:
- Diabetes gestacional: intolerancia a los carbohidratos detectada por primera vez durante el embarazo.
- Diabetes MODY: forma monogénica provocada por la mutación de un gen relacionado con la secreción o acción de insulina.
Factores de riesgo que contribuyen al desarrollo de la diabetes tipo 2:
Varios factores pueden aumentar el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, entre los cuales se incluyen: una dieta alta en carbohidratos, azúcares y grasas saturadas; el sedentarismo; el sobrepeso u obesidad; ser mayor de 45 años; y tener un perímetro de cintura superior a 80 cm en mujeres y 90 cm en hombres. Otros factores de riesgo son los antecedentes familiares de diabetes tipo 2, haber padecido diabetes gestacional en el pasado, el síndrome de ovario poliquístico, la hipertensión arterial, el colesterol elevado y ciertos signos de resistencia a la insulina, como el oscurecimiento de la piel en áreas con pliegues (por ejemplo, en el cuello, axilas o las ingles). Si se presenta uno o más de estos factores, se recomienda realizar un tamizaje para detectar la diabetes.
Síntomas más comunes de la diabetes que las personas deberían reconocer:
La diabetes es, en muchos casos, una enfermedad silenciosa, por lo que es crucial considerar los factores de riesgo. Si una persona se identifica con uno o más de estos factores, es recomendable que busque atención médica para evaluar sus niveles de glucosa. Los síntomas suelen aparecer cuando los niveles de glucosa son muy altos e incluyen aumento del apetito, sed excesiva, incremento en la frecuencia urinaria, pérdida de peso inexplicable y oscurecimiento de la piel en áreas de pliegues (Acantosis Nigricans).
Cómo se relacionan los niveles de glucosa en sangre con el diagnóstico de diabetes
La diabetes se define por la presencia de hiperglucemia crónica, lo que implica niveles persistentemente elevados de glucosa en sangre. Se puede sospechar un diagnóstico de diabetes cuando se registran niveles de glucosa iguales o superiores a 126 mg/dl en ayunas, iguales o superiores a 200 mg/dl dos horas después de realizar una prueba de tolerancia oral a la glucosa, o una hemoglobina glicosilada de 6.5 % o más.
¿Qué medicamentos se utilizan comúnmente para tratar la diabetes y cómo funcionan?
Existen diversos medicamentos destinados al tratamiento de la diabetes:
- Los insulinosensibilizadores mejoran la capacidad de los órganos para captar insulina y glucosa.
- Los medicamentos con efecto incretina estimulan la secreción de insulina según los niveles de glucosa en sangre.
- Otros fármacos inhiben la reabsorción de glucosa en los riñones, permitiendo su eliminación a través de la orina.
La elección del tratamiento adecuado depende de las circunstancias específicas de cada paciente. No se mencionan nombres de medicamentos, ya que la automedicación en el caso de la diabetes es altamente desaconsejable.
Complicaciones a largo plazo de la diabetes no controlada:
Es importante señalar que las complicaciones a largo plazo de la diabetes surgen principalmente cuando la enfermedad no se controla adecuadamente. Entre estas complicaciones se encuentran la retinopatía diabética, que es la tercera causa de ceguera a nivel mundial; la nefropatía, caracterizada por alteraciones en la estructura o función del riñón; y la neuropatía diabética, que resulta del daño a los nervios y puede provocar alteraciones en la sensibilidad y la movilidad. Además, las enfermedades cardiovasculares también constituyen una complicación significativa de la diabetes no controlada.
Impacto de la diabetes en la salud mental de los pacientes:
En general, el diagnóstico de una enfermedad crónica tiene un impacto significativo en el paciente, y la diabetes no es una excepción. Esta condición puede afectar el bienestar emocional y psicológico del individuo, en gran parte debido a los mitos que circulan en torno a la enfermedad. Creencias erróneas como «si tengo diabetes, me quedaré ciego» o «la insulina me dañará los riñones» generan ansiedades innecesarias. Para mejorar la calidad de vida y mitigar estos temores, es fundamental proporcionar educación adecuada sobre la diabetes y desmentir esos mitos.
Avances en el tratamiento de la diabetes:
Entre los avances de los tratamientos para la diabetes se encuentran los monitores continuos de glucosa los cuales permiten lecturas frecuentes de la glucemia, facilitando la identificación de patrones sin necesidad de múltiples pinchazos. Además, se está desarrollando un páncreas artificial que mide constantemente los niveles de azúcar y libera insulina automáticamente, lo que podría eliminar la necesidad de inyecciones diarias y prevenir episodios de hipo e hiperglucemia, mejorando así la calidad de vida de los pacientes.
Nasthia Quilismal, especialista en Endocrinología y Metabolismo de SIME Sistemas Médicos, enfatiza que, “la diabetes tipo 2 es una enfermedad prevenible, no solo hereditaria. Aunque la genética es un factor de riesgo, los hábitos diarios, como un estilo de vida sedentario y una dieta alta en carbohidratos, azúcares y grasas, son determinantes. Adoptar hábitos saludables y hacer ejercicio son clave. Para quienes ya padecen la enfermedad, es esencial seguir un tratamiento y monitoreo regular para evitar complicaciones. Quienes están en riesgo aún pueden tomar medidas para prevenir la diabetes tipo 2”.