Los apagones eléctricos, especialmente en zonas con altos índices de delincuencia, representan desafíos significativos para la seguridad personal y familiar. La falta de iluminación, el aislamiento temporal y la posible desinformación pueden incrementar los riesgos para los hogares, desde robos hasta accidentes domésticos. En estos escenarios, la preparación y la aplicación de estrategias efectivas son esenciales para reducir riesgos. Wilson Goyes, director de la Escuela de Riesgos de Desastres de la UIDE, comparte una serie de recomendaciones prácticas para afrontar situaciones de apagones con prevención y calma.
Antes de que ocurra un apagón, es fundamental estar preparado con un kit de emergencia que incluya elementos básicos y útiles. En términos de iluminación, se sugiere contar con linternas, lámparas de cabeza y baterías adicionales, mientras que las velas, aunque útiles, deben usarse con suma precaución y siempre bajo supervisión. La comunicación es otro pilar importante: tener un radio portátil para recibir actualizaciones y baterías adicionales para los teléfonos móviles puede ser clave en situaciones de crisis. También se recomienda almacenar agua potable, alimentos no perecibles y mantener un stock de medicamentos esenciales para cada miembro de la familia. Es importante tener copias físicas y digitales de documentos importantes y un botiquín de primeros auxilios accesible.
La seguridad del hogar requiere atención especial. Antes de un apagón, hay que asegurarse de que todas las puertas y ventanas tengan cerraduras seguras y revisar su estado regularmente. Es importante cosiderar la instalación de sistemas de alarma que funcionen con respaldo de batería, así como luces exteriores con sensores de movimiento, que pueden disuadir a posibles intrusos. El establecimiento de una red de comunicación con los vecinos es altamente recomendable, ya que una comunidad organizada puede reaccionar mejor ante cualquier incidente.
Durante un apagón, la seguridad debe ser la máxima prioridad. Se recomienda permanecer en casa y evitar salir si no es absolutamente necesario, ya que la falta de iluminación en las calles puede representar un riesgo. Utilizar únicamente las luces de emergencia necesarias para ahorrar recursos. Además, evitar hacer ruidos que puedan atraer la atención no deseada y mantener siempre cerradas con llave todas las puertas y ventanas.
La prevención proactiva es clave para proteger no solo la seguridad física, sino también los activos del hogar. La instalación de iluminación de emergencia en puntos estratégicos del hogar, como pasillos, escaleras y áreas de entrada, puede ser vital. Es recomendable tener linternas a mano para cada miembro de la familia y asegurarse de tener baterías de repuesto o sistemas de energía alternativos como cargadores solares. La seguridad física del hogar se puede reforzar con el aseguramiento de puertas y ventanas, además de considerar sistemas de alarmas y cámaras que funcionen con respaldo energético. Las cámaras con visión nocturna son especialmente útiles para mantener la vigilancia en ausencia de luz eléctrica.
La prevención de accidentes domésticos también es crucial: los niños, adultos mayores y personas con discapacidades deben permanecer en áreas seguras del hogar, y se debe evitar moverse en zonas oscuras para reducir el riesgo de caídas o lesiones.
Si se decide usar velas, siempre hacerlo de manera segura, colocándolas en bases estables y lejos de materiales inflamables, y nunca las dejes desatendidas. Si se tiene un generador, asegurarse de operarlo en un área bien ventilada para evitar la acumulación de gases peligrosos y guarda el combustible en lugares seguros. Proteger los datos y activos digitales también es fundamental. Antes de un apagón, Goyes recomienda realizar copias de seguridad de la información importante y asegúrate de desconectar equipos electrónicos para evitar daños por picos de voltaje. Los datos se pueden almacenar en dispositivos externos o en servicios de nube como Google Drive o OneDrive.
Por último, es fundamental contar con un kit de primeros auxilios actualizado y accesible. Durante un apagón, los accidentes pueden ocurrir, especialmente en condiciones de poca visibilidad, por lo que tener vendajes, antisépticos y medicamentos básicos a mano es crucial. Además, mantener un suministro de alimentos no perecibles y agua potable necesario para tu ya que los apagones prolongados pueden afectar los servicios locales y la disponibilidad de recursos.
La colaboración y comunicación con la comunidad puede ser invaluable en situaciones de emergencia. Mantener un contacto cercano con los vecinos para ofrecer y recibir ayuda fortalece la seguridad colectiva. En caso de cualquier emergencia se debe contactar al 911 para obtener asistencia. La preparación y la prevención marcan la diferencia durante los apagones, garantizando una mayor seguridad.