Los helados son mucho más que un postre; son un placer que despierta los sentidos y traen momentos de alegría. Con nuevos sabores e ingredientes de alta calidad, la industria del helado en Ecuador ha evolucionado, ofreciendo experiencias únicas. Los heladeros ecuatorianos innovan constantemente, utilizando productos frescos y locales para satisfacer la demanda de los consumidores.
Según un estudio de la UDLA, el consumo per cápita en Ecuador aborda de 1.5 a 2 litros anuales, frente a países como Argentina (8-10 litros), Chile (5-6 litros), Colombia (2-3 litros) y Uruguay (7-9 litros). En Ecuador, operan alrededor de 2.500 heladerías de manera formal, y se importan aproximadamente 350 toneladas anuales de insumos para su producción
En este contexto, Helados Zanzibar, un pionero de los helados desde 1982, comparte las características clave de un helado de calidad.
1.- Equilibrio de Elementos: La ciencia de los helados artesanales reside en una serie de equilibrios a lo largo del proceso. El primer equilibrio importante es la relación entre elementos secos y líquidos de una mezcla. Esto variará dependiendo del tipo de helado, si es de crema tiene una relación de 64% agua y 36% de extracto seco. En el caso de sorbetes o helados de fruta, la relación es 70%-30% respectivamente. El segundo equilibrio a tomar en cuenta es la perfecta conjunción de elementos secos; por ejemplo, grasa, azúcar, leche en polvo, etc. Por último, el tercer equilibrio se refiere a la temperatura que tiene el helado al momento de servicio. Una temperatura óptima hará la diferencia en textura y cremosidad al momento de consumir el producto, por lo que el rango ideal es entre los -11° C a 13°C. Los helados de Zanzibar logran un equilibrio perfecto en el proceso de sus helados, creando una mayor densidad de sabor y una textura rica en cada bocado.
2.- Ingredientes Naturales y Locales: Es importante elegir cuidadosamente los ingredientes locales y especialmente enfocarse en la frescura de los mismo. Helados Zanzibar, mantiene una filosofía de naturalidad y apoyo a productores locales. Sin saborizantes artificiales ni conservantes, cada helado es una verdadera experiencia sensorial.
3.- Leche Grass-Fed: La leche es el ingrediente principal, y calidad de la misma es fundamental para un buen helado. Zanzibar cuenta con su propia hacienda, donde produce leche de vacas grass-fed, lo cual enriquece el sabor y aporta beneficios nutricionales. Esta leche, naturalmente rica y con un perfil de sabor excepcional, marca una diferencia notable en el producto final.
4.- Cantidad de aire: Aunque parece increíble, el aire juega un papel fundamental en los helados, el porcentaje de aire en un helado, conocido como overrun, incide directamente en su calidad. Un exceso de aire hace que el helado crezca en volumen, pero que no tenga cuerpo, pierda frescor y se disperse su sabor. Generalmente un alto contenido de aire está asociado con helados más económicos y de baja calidad. El porcentaje óptimo de aire en un helado, se sitúa entre 25% a 40%. Zanzibar incorpora solo un 25% de aire, lo que los convierte en helados super premium, ofreciendo así una experiencia cremosa y más gratificante.
5.- Innovación en Sabores de Temporada: Aprovechando la frescura de ingredientes de temporada, Zanzíbar ofrece una experiencia única con sabores nuevos y emocionantes, desde frutas exóticas hasta combinaciones audaces que reflejan la rica identidad del Ecuador. Helados Zanzibar está siempre a la vanguardia, creando sabores que se adaptan a las festividades y estaciones del año. Como ejemplo, para la temporada de otoño sacó su nuevo sabor de Pumpkin Pie, y para la época navideña ofrece su delicioso sabor de Apple Caramel.
6.- Proceso de Producción Artesanal: Cada lote de Helados Zanzibar se elabora en pequeñas cantidades para garantizar una calidad excepcional. A diferencia de las producciones industriales, el proceso artesanal permite un control preciso sobre la textura y consistencia, resultando en un helado suave y lleno de sabor.
Para quienes buscan algo más que un helado, Zanzibar, gracias al perfecto equilibrio en su proceso y altísima calidad de ingredientes, ofrece una experiencia de sabor y textura superior. Consumir helado no solo deleita el paladar, sino que también activa la liberación de endorfinas, las hormonas de la felicidad. La combinación perfecta de cremosidad y frescura puede mejorar nuestro estado de ánimo, brindándonos una sensación de placer y bienestar con cada cucharada.