La vicepresidenta ecuatoriana, Verónica Abad, rinde declaraciones tras regresar al país, acusando persecución, ruptura constitucional y llamando a defender la democracia.
En una declaración contundente a su arribo a Ecuador, Verónica Abad, vicepresidenta del país, dio declaraciones tras un periodo de aislamiento que describió como forzado e injusto. «Se me ha prohibido hablar, me han tenido prácticamente encerrada en un hotel en Turquía. Esto es una violación flagrante de mis derechos», afirmó.
Su situación (suspensión de su cargo por 150 días), que ha generado una fuerte controversia, es parte de lo que calificó como un “atentado contra la democracia y la independencia de poderes en Ecuador”.
Acusaciones de persecución y ruptura constitucional
Abad aseguró que su caso es consecuencia de una sentencia administrativa que considera ilegal e ilegítima. «Esto no solo me ha dejado en indefensión, sino que refleja una ruptura grave en el respeto al estado de derecho en nuestro país», expresó la vicepresidenta.
Con firmeza, indicó que su regreso al Ecuador es un acto de resistencia ante los acontecimientos que atraviesa el país. «No regresé antes porque las leyes me lo impidieron, incluso cuando solicité vacaciones, estas fueron negadas«, explicó. Sin embargo, destacó que la gravedad de la situación la obligó a actuar con urgencia.
Un llamado urgente a la unidad nacional
Desde su llegada, Abad hizo un llamado a la unidad de los ecuatorianos frente a lo que describió como un “atropello al país”. Subrayó que el respeto a la Constitución y la independencia de poderes son pilares fundamentales que deben ser defendidos.
«Con el país no se juega», enfatizó, dirigiéndose directamente al presidente Daniel Noboa. «La ruptura constitucional nos llevará a un abismo del que no podremos regresar en al menos 20 años. Esto debe detenerse ya».
Abad también denunció lo que considera una persecución en su contra y contra su familia. «Estoy aquí para darle la cara al presidente, para que me diga de frente qué es lo que quiere conmigo y con mi hijo. Esta persecución debe terminar ya», añadió.
La vicepresidenta concluyó con un mensaje claro: “El estado de derecho es sagrado. Estoy aquí para defenderlo”.
Fuente: Radio Pichincha