Una feria les abre espacio para impulsar sus emprendimientos. La prefecta Marcela Aguiñaga estuvo entre las ponentes
Las emprendedoras respaldadas por la Prefectura Ciudadana del Guayas tuvieron una destacada presencia en la feria que forma parte de la agenda de la Cumbre Mundial de Mujeres que se desarrolla del 28 al 30 de noviembre, en Guayaquil. La prefecta Marcela Aguiñaga también fue parte del evento, como una de las 29 ponentes de 12 países participantes.
La Cumbre es organizada por la Fundación Mujeres sin Límites y cuenta con el aval de la Prefectura Ciudadana del Guayas. Para Glenda Andrade, este evento empodera a las mujeres con charlas y asesorías, y brinda espacios gratuitos para las emprendedoras. “Este año he sido favorecida y estoy aquí sin pagar absolutamente nada, gracias a la Prefecta”.
María Villacis no pudo ocultar su emoción cuando vio el stand de Martha García, cuyas muñecas hechas a mano llamaron su atención y no dudó en comprar seis de ellas. Más allá de su amor por las muñecas, cree que es necesario apoyar al arte y a quienes tienen necesidades. “Una artesana es poco lo que gana para poder mantener su hogar y aquí están empoderando a las mujeres. ¡Arriba las mujeres!», celebró.
La cumbre desarrolla sus ponencias en el salón Turquesa del Mall del Sol. La prefecta Marcela Aguiñaga fue la primera en exponer con el tema: ¿Vale la pena hacer política en Ecuador? “Estoy convencida de que no hay otra alternativa más poderosa que seguir el camino de la política si queremos transformar la realidad de nuestras comunidades… Vale la pena cada vida que logramos cambiar positivamente”, remarcó.
También destacó el trabajo social que es parte de un compromiso de vida. Mencionó el Sistema de Cuidado, el primero de carácter provincia en Ecuador, las Manzanas del Cuidado y las Escuelas de Fútbol. “Hagamos de la política un acto de esperanza, hagamos de ella una herramienta para construir nuestro presente y nuestro futuro, porque mientras quede vida y un hálito de aliento transformar un sueño por cumplir, hacer un camino para que otros vengan y para que otras mujeres tomen la posta, vale la pena hacer política”, reflexionó.