Este 25 de diciembre de 2024, la tragedia empañó la Navidad en Guayaquil. Los familiares de Ismael y Josué Arroyo (14 y 15 años), Nehemías Arboleda (15) y Steven Medina (11), desaparecidos desde el 8 de diciembre, se presentaron en la morgue para procedimientos periciales.

Esto, tras el hallazgo de tres cuerpos calcinados en una zona remota de Taura, cantón Naranjal.

La Policía Nacional informó que los cadáveres fueron encontrados el 24 de diciembre durante una búsqueda de los menores desaparecidos en un sector inaccesible, que solo se puede llegar en bote. 

Aunque aún no se confirma la identidad, el estado de los cuerpos requiere pruebas antropológicas para determinar si corresponden a los menores.

De acuerdo con la información que han recibido las familias y el Comité de Derechos Humanos de Guayaquil, en el Servicio Forense, se podrá saber si el análisis antropológico ha logrado determinar las identidades entre el viernes 27 y el lunes 30 de diciembre. Si no, se esperarán los resultados del análisis de ADN, expuso la periodista Karol Noroña.

Los niños fueron detenidos inicialmente por militares en Las Malvinas, Guayaquil, y posteriormente liberados en un área desconocida, según denunciaron sus padres.

Un video divulgado recientemente muestra a dos de los menores siendo trasladados en el balde de una camioneta militar.

El caso ha generado indignación nacional. Una jueza otorgó un habeas corpus a favor de las familias y determinó que los 16 militares implicados incumplieron los protocolos establecidos para tratar casos de menores.

La Fiscalía ya solicitó una audiencia para formular cargos por desaparición forzada.

Mientras tanto, los 16 militares están bajo custodia de la Fuerza Aérea Ecuatoriana, según el Ministerio de Defensa. «El resguardo busca evitar cualquier intento de fuga mientras avanzan las investigaciones».

El país entero se mantiene a la espera de respuestas claras y justicia para las familias que claman por la verdad.

Fuente: Radio Pichincha

Por Yazmín Bustán

Feminista. Trabajando en visibilizar el trabajo que hacemos las mujeres,

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