Una coalición de 11 fiscales generales de EE.UU. enviaron una declaración conjunta en respuesta a un memorando de la Administración del presidente Donald Trump dejando claro que los gobiernos locales y estatales de esos estados no participarán en la puesta en marcha de las leyes de inmigración.
La declaración de los fiscales surge luego de que el nuevo Gobierno de Trump amenazara a funcionarios gubernamentales que no cumplan con sus órdenes migratorias.
«Por ahora, estas amenazas vagas son sólo eso: palabras vacías escritas en un papel. Pero tengan la seguridad de que nuestros estados no dudarán en responder si estas palabras se convierten en acciones ilegales», advirtieron además en un comunicado, firmado por los fiscales de:
Nueva York
California
Colorado
Connecticut
Hawái
Illinois
Maryland
Massachusetts
Nuevo México
Rhode Island
Vermont
«La ley federal prohíbe a los actores estatales y locales resistir, obstruir o no cumplir de cualquier otra forma con las órdenes legales relacionadas con la inmigración», señala el memorando enviado el martes por el fiscal general adjunto en funciones, Emil Bove, quien señala lo que espera la nueva administración sobre la participación de las autoridades locales y estatales en la aplicación de las leyes de inmigración.
Sin embargo, los fiscales demócratas recordaron que está establecido, a través de precedentes de larga data de la Corte Suprema, que la Constitución de EE.UU. impide que el gobierno federal ordene a los estados hacer cumplir las leyes federales.
«Si bien el gobierno federal puede utilizar sus propios recursos para la aplicación de las leyes de inmigración, el tribunal dictaminó en Printz v. Estados Unidos que no puede ‘incorporar a su servicio, sin costo alguno para sí, a los agentes de policía de los 50 estados’”, señalan además a Bove en la declaración conjunta de los fiscales, liderados por Nueva York y California.
Los fiscales recuerdan a Bove que este equilibrio de poder entre el gobierno federal y los gobiernos estatales «es una piedra angular de nuestro sistema estadounidense de federalismo», de acuerdo con un comunicado conjunto.
También advierten que el Presidente «no puede reescribir unilateralmente la Constitución» y que ha hecho «amenazas preocupantes» de usar la autoridad y los recursos procesales del Departamento de Justicia como arma para atacar a los servidores públicos que actúen en cumplimiento de las leyes de sus estados».
Fuente: Primicias