Un reciente estudio sobre la salud auditiva en la Sierra ecuatoriana ha revelado un preocupante incremento en los casos de pérdida auditiva, con una incidencia alarmante en la provincia de Tungurahua. Ante esta realidad, las autoridades sanitarias, organizaciones médicas y especialistas han puesto en marcha una ambiciosa campaña preventiva para concienciar a la población sobre la importancia del cuidado auditivo y fomentar hábitos saludables que contribuyan a la preservación de la audición.
Según los datos recopilados por el Consejo Nacional para la Igualdad de Discapacidades (CONADIS), la exposición prolongada a altos niveles de ruido, el uso indebido de dispositivos de audio a volumen elevado y la falta de controles médicos periódicos han sido identificados como los principales factores de riesgo en la población tungurahuense. Al respecto, Luis Velastegui, vocero de Proaudio, empresa que lidera esta iniciativa, señaló: «Estamos observando un incremento significativo de casos en jóvenes y adultos que podrían haberse prevenido con educación y medidas adecuadas».
La campaña educativa, dirigida a estudiantes, trabajadores y la comunidad en general, promueve el uso responsable de audífonos y otras medidas preventivas para evitar el deterioro progresivo de la audición. Además, se ofrecerán chequeos auditivos gratuitos en las agencias de Proaudio.
Como parte de la estrategia de difusión, el programa contempla la participación en entrevistas y espacios informativos en medios de comunicación de Ambato, con el fin de ampliar el alcance del mensaje y fomentar acciones de prevención y detección temprana de problemas auditivos. Esto permitirá garantizar un diagnóstico oportuno y el acceso a tratamientos adecuados para quienes lo requieran.
«La pérdida auditiva es un problema silencioso, pero prevenible. Queremos que la población comprenda que pequeños cambios en los hábitos diarios pueden marcar una gran diferencia en su bienestar auditivo a largo plazo», enfatizó Velastegui.
La pérdida auditiva no solo afecta la calidad de vida de quienes la padecen, sino que también representa un reto para el sistema de salud pública en Ecuador. La OMS estima que los casos desatendidos de pérdida auditiva generan un costo mundial de 980,000 millones de dólares anuales, incluyendo gastos sanitarios, apoyo educativo, pérdida de productividad y costos sociales. Más del 57% de estos costos recaen en países en desarrollo, como Ecuador.
Con estas acciones, se espera generar un impacto positivo en la conciencia ciudadana y reducir los índices de afecciones auditivas en la región, promoviendo una cultura de prevención y autocuidado.