Una inversión de 100 millones de dólares busca transformar el acceso a la energía en América Latina, fortaleciendo sectores clave como servicios públicos, minería, petróleo y gas. Se espera un crecimiento del 9 % en la región en 2025, con un enfoque en la modernización de flotas, incorporación de nuevas tecnologías y expansión de infraestructura.
En el último año, se han optimizado procesos para mejorar la eficiencia del servicio y afrontar nuevos desafíos. En Brasil, ya se han implementado proyectos de energía distribuida y almacenamiento en baterías, logrando reducir emisiones y mejorar el consumo energético. Un ejemplo clave es la electrificación de comunidades en la región amazónica, donde 26 localidades han reducido su consumo de diésel en un 8 %.
En Ecuador, se han desarrollado soluciones energéticas innovadoras bajo el modelo «Energy as a Service» (EaaS), que permiten generar electricidad con diésel, gas, solar y baterías sin necesidad de grandes inversiones gubernamentales. Con una flota de más de 10 GW de generadores disponibles, se pueden instalar sistemas energéticos en pocos días para atender crisis energéticas y optimizar el consumo mediante tecnología avanzada de monitoreo.
Para reducir la dependencia del diésel en el país, se están implementando soluciones de gas natural y generación híbrida con baterías en sectores estratégicos como la minería y la industria. Además, se exploran proyectos de hidrógeno verde y energía solar para diversificar el suministro energético y avanzar hacia un modelo más sostenible. Sin embargo, la transición a fuentes más limpias enfrenta barreras regulatorias, falta de incentivos y restricciones para la importación de nuevas tecnologías.
El almacenamiento en baterías se posiciona como una estrategia clave para mejorar la estabilidad del sistema eléctrico y reducir la dependencia de combustibles fósiles. Con iniciativas ya en marcha, se ha logrado mejorar la eficiencia y disminuir el consumo de diésel en el país. Pablo Varela, director ejecutivo de Aggreko en América Latina, destaca que este compromiso con la sostenibilidad y la innovación tecnológica refuerza el camino hacia una transición energética más efectiva en la región.