La mañana de este 21 de enero de 2025, pacientes renales realizaron plantones pacíficos en Quito y Guayaquil para exigir pagos a las clínicas dializadoras.

La deuda, del Gobierno con los centros médicos, asciende a los USD 200 millones, por parte del Ministerio de Salud, y a los USD 90 millones por parte del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).

La paciente Gabriela Álvaro indica que existen 110 clínicas a nivel nacional, cuya atención llega a 24.000 pacientes renales.

Debido a la falta de pago, 10.000 pacientes se estarían viendo afectados.

“En muchas clínicas, pacientes de hemodiálisis no reciben sus tres terapias semanales, que es lo que les corresponde. Les envían a comprar insumos que, por diálisis, cuestan USD 70”, indica.  

Tras el anuncio de los pacientes de realizar plantones, el presidente de la República, Daniel Noboa, emitió un comunicado indicando que se realizó el pago a 37 clínicas dializadoras.

Sin embargo, Álvaro asegura que no se especifica a qué clínicas, supuestamente, el Presidente desembolsó el dinero.

«Estamos aquí decenas de pacientes de clínicas de costa, sierra y oriente a quienes no se ha cancelado nada, así que hasta no ver no creer».

«Además, USD 4 millones, que fue el supuesto pago, para 37 clínicas, únicamente alcanza para una semana de diálisis», asegura.

No vinimos a pelear, vinimos a exigir nuestro derecho a la vida. No vamos a perder la esperanza. El día que los pacientes renales perdamos la esperanza, perderemos la vida”, lamenta.  

Álvaro cuenta que en la clínica donde recibía tratamiento, eran 24 pacientes de los cuales sobrevivieron cuatro.

“Yo veía como mis compañeros morían conectados a sus máquinas por ataques al corazón” comenta.

Adultos mayores y personas con discapacidad, en el plantón

Con ella, concuerda Margarita, quien relata que, cuando los pacientes acuden a protestar en los bajos del Ministerio de Finanzas, los reciben y expulsan del lugar con gas lacrimógeno.

«Llevamos un año en pie de lucha, suplicando y rogando. Hubo madres que se arrodillaron para pedir que, por favor, le den vida a su hija«, resalta.  

Asegura que las veces que son recibidos, no son atendidos por autoridades, sino por asistentes o enviados, que les ofrecen pagar la deuda, pero todo ha quedado en promesas incumplidas.

Con lágrimas, María solicita al Gobierno que pague la deuda que mantiene con las dializadoras. Asegura que los pacientes no tienen recursos para tratarse en clínicas privadas.

“Presidente, tóquese ese corazón de piedra. No tenemos para ir a clínicas privadas, somos pobres”, exclama.

En el 2024, más de 1.000 pacientes renales fallecieron por falta de sus tratamientos.  

Fuente: Radio Pichincha

Por Yazmín Bustán

Feminista. Trabajando en visibilizar el trabajo que hacemos las mujeres,

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