La planificación financiera personal es un pilar fundamental para alcanzar una estabilidad económica y asegurar un futuro próspero. Para David Pazmiño, catedrático de la Business School UIDE, en el contexto ecuatoriano, comprender y planificar adecuadamente los beneficios laborales que ofrece un trabajo en relación de dependencia es una estrategia clave para optimizar los ingresos y asegurar un bienestar económico sostenible. A continuación, se presenta una guía sobre cómo aprovechar estos beneficios según lo establecido en el Código de Trabajo del Ecuador.

1. Salario Básico y Suplementos

El salario básico unificado (SBU) es el punto de partida para cualquier trabajador en relación de dependencia. En Ecuador, este valor es fijado anualmente por el Ministerio de Trabajo y constituye la base para el cálculo de otros beneficios. Además, existen ingresos adicionales como horas extras, comisiones y bonificaciones que deben ser considerados en la planificación financiera.

El experto recomienda asignrar una parte de estos ingresos adicionales al ahorro o a inversiones que generen rendimientos a largo plazo. Es fundamental definir un porcentaje fijo para el ahorro mensual, utilizando herramientas como cuentas de ahorro programado o fondos de inversión que ofrezcan seguridad y rentabilidad. Asimismo, recomienda establecer objetivos financieros claros, como la compra de una vivienda o la creación de un fondo de emergencia, para motivar la constancia en el hábito del ahorro.

2. Beneficios Sociales Obligatorios

Según el Código de Trabajo, el empleador debe garantizar ciertos beneficios a sus empleados, entre ellos:

  • Décimo Tercer Sueldo (bono navideño): Equivalente a una doceava parte de las remuneraciones percibidas durante el año, pagadero hasta el 24 de diciembre.
  • Décimo Cuarto Sueldo (bono escolar): Corresponde a una doceava parte del salario básico unificado, pagadero en marzo (Sierra y Amazonía) y agosto (Costa y Galápagos).
  • Fondos de Reserva: Equivalen al 8.33% del salario mensual y pueden ser acumulados en el IESS o recibidos mensualmente.

Pazmiño aconseja planificar el uso de estos ingresos extraordinarios para metas específicas como educación, inversiones o imprevistos. Es recomendable destinar estos recursos a objetivos que impulsen el desarrollo personal y familiar. Por ejemplo, el décimo tercer sueldo puede usarse para cubrir gastos de fin de año sin recurrir a deudas, mientras que el décimo cuarto sueldo puede asignarse a la compra de útiles escolares. Los fondos de reserva, por su parte, pueden destinarse a un fondo de emergencia o a inversiones que generen ingresos pasivos, como depósitos a plazo fijo o portafolios diversificados en el mercado de valores. La clave está en no percibir estos ingresos como dinero extra, sino como una oportunidad para fortalecer la estabilidad financiera a largo plazo.

3. Aportes a la Seguridad Social

El aporte al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) representa el 9.45% del salario del trabajador. Este pago asegura beneficios como atención médica, jubilación, subsidios por enfermedad, maternidad y acceso a préstamos quirografarios e hipotecarios.

La mejor estrategia en este caso es conocer el historial laboral y evaluar las opciones de crédito que el IESS ofrece, especialmente para proyectos a largo plazo como vivienda o estudios. Se recomienda solicitar el historial laboral periódicamente para verificar que todos los aportes han sido registrados correctamente y, en caso de inconsistencias, presentar las respectivas reclamaciones. Además, es importante conocer las diferentes líneas de crédito disponibles, comparando las tasas de interés y los plazos para tomar decisiones informadas.

4. Vacaciones y Bonificaciones Adicionales

El trabajador tiene derecho a 15 días de vacaciones anuales remuneradas tras cumplir un año de labores. Asimismo, algunas empresas ofrecen bonificaciones adicionales y premios por desempeño, los cuales deben ser aprovechados con responsabilidad financiera.

Pazmiño manifiesta poner en consideración utilizar el período vacacional no solo para descanso, sino también para la capacitación y el desarrollo de habilidades que mejoren su perfil profesional. Asistir a cursos, seminarios o talleres puede incrementar el valor del trabajador en el mercado laboral. Asimismo, si se perciben bonificaciones por desempeño, es aconsejable destinar un porcentaje a inversiones o al fortalecimiento del fondo de emergencia.

5. Participación en las Utilidades

De acuerdo con la legislación ecuatoriana, las empresas deben distribuir el 15% de sus utilidades entre sus empleados: el 10% se reparte equitativamente y el 5% en función de las cargas familiares.

Este ingreso adicional puede destinarse al ahorro, inversiones o pago anticipado de deudas, priorizando aquellas con tasas de interés elevadas. También se puede considerar invertir en educación, adquisición de activos o emprendimientos personales que permitan generar ingresos pasivos. Es importante no destinar este dinero a gastos superfluos, sino enfocarlo en objetivos que incrementen el patrimonio personal.

6. Indemnizaciones por Terminación de la Relación Laboral

En caso de despido intempestivo, el trabajador tiene derecho a una indemnización calculada en función del tiempo de servicio. Este monto puede representar un apoyo financiero temporal mientras se busca una nueva oportunidad laboral.

Si recibe una indemnización, evite gastar impulsivamente y evalúe opciones de inversión que le permitan mantener su estabilidad financiera durante la transición laboral. Se recomienda crear un presupuesto detallado para cubrir necesidades básicas durante el período de desempleo, invertir una parte en instrumentos financieros seguros y capacitarse en nuevas habilidades que mejoren las posibilidades de reincorporación laboral.

La planificación financiera personal no se limita a administrar el salario mensual, sino que implica comprender y aprovechar estratégicamente los beneficios laborales que ofrece el Código de Trabajo del Ecuador. Con una adecuada gestión de estos recursos, es posible fortalecer el patrimonio personal, alcanzar objetivos financieros a corto y largo plazo y garantizar una mayor estabilidad económica para el trabajador y su familia.

Para lograr una planificación efectiva, se requiere disciplina, educación financiera y el uso de herramientas que permitan monitorear ingresos, gastos e inversiones. Aprovechar las oportunidades que brindan los beneficios laborales puede marcar la diferencia entre una vida financiera estable y una llena de incertidumbre. Por ello, es fundamental mantenerse informado, evaluar periódicamente la situación financiera personal y tomar decisiones que conduzcan a una vida económica saludable y próspera.

Por: David Pazmiño, catedrático de la Business School UIDE

Por Yazmín Bustán

Feminista. Trabajando en visibilizar el trabajo que hacemos las mujeres,

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