Con firmeza, seguridad y mirando de frente, la candidata presidencial Luisa González dejó en claro quién ganó el debate. A diferencia de su oponente, que esquivó la mirada y evadió respuestas concretas, González presentó propuestas claras y un mensaje contundente.
En el primer eje del debate, educación, fue enfática en señalar que será una prioridad en su gobierno. “72 mil niños han dejado la escuela en este último año y 120 mil no se matricularon. No son solo números, son nuestros hijos” señaló, al tiempo de asegurar que garantizará una educación pública y gratuita de calidad, reincorporando maestros despedidos y eliminando las barreras de acceso que hoy afectan a las familias más pobres.«Vamos a recuperar la educación y a nuestros niños y jóvenes para que no sigan siendo presa de la violencia y el abandono de un Estado ausente”, concluyó con fuerza.
En el tema de salud, Luisa González recordó que el olvido del sector ha costado vidas y anunció que una de sus primeras acciones para rescatar el sistema será declarar la emergencia en el sector para dotar de medicinas, construir nuevos hospitales y mejorar las condiciones de los que han sido olvidados.
Sobre el IESS garantizó que se generará nuevos empleos que se reflejen en nuevas afiliaciones para sostener al seguro social y fortalecer el sistema de pensiones. Recordó que la pérdida de 260 mil puestos de trabajo en el último año ha puesto en riesgo la estabilidad del IESS.
En el eje de criminalidad y seguridad, Luisa González desnudó la realidad de la inseguridad en el país, repitiendo varias veces: “Noboa no”, dejando claro que el actual gobierno ha fracasado en devolver la paz a los ecuatorianos, además de no cumplir con niguno de sus ofrecimientos de la campaña anterior. “Dijo que con la consulta popular nos iba a dar seguridad y mintió. Y dijo que con los 3 puntos del IVA nos iba a dar seguridad. Y mintió, sólo nos metió la mano al bolsillo”, sentenció.
González expuso su plan estructurado para recuperar el control de puertos, aeropuertos y fronteras, combatir el lavado de activos y fortalecer la inteligencia policial. Anunció el fortalecimiento de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional con equipamiento y capacitación internacional. “No dudaré en emplear toda la fuerza del Estado para reprimir a quienes nos matan, nos roban y nos extorsionan”, aseguró con contundencia.
En el eje de economía y empleo, la candidata fue enfática en su compromiso con la estabilidad económica del país. Aseguró que se garantizará la dolarización, desmontando cualquier especulación al respecto. Además, dejó claro que su gobierno impulsará una reactivación económica real, bajando el IVA para aliviar el bolsillo de los ecuatorianos y promoviendo una inversión pública eficiente a través de alianzas estratégicas.
Entre sus medidas concretas, destacó el fortalecimiento de la banca pública para convertirla en una verdadera banca de desarrollo. Créditos hasta el 5% para vivienda, agricultura y economía popular, y al 7.5% para emprendedores y empresas, permitirán dinamizar el sector productivo. González también subrayó la importancia de recuperar la confianza internacional para atraer inversión, asegurando que su gobierno respetará la Constitución y las leyes.
En el tema de gobernabilidad, la candidata indicó que el desarrollo del país no puede depender de intereses políticos, sino de las necesidades reales de los ecuatorianos. “Trabajaré con todas las prefecturas, las alcaldías, las juntas parroquiales de forma indistinta de a qué bancada o partido político pertenece, sino mirando las necesidades de la patria, del pueblo ecuatoriano”, afirmó.
Luisa González cerró su intervención en el debate presidencial con un mensaje de esperanza y compromiso, reafirmando su lucha por un Ecuador seguro y próspero. “Vamos a cambiar esta triste realidad por esperanza, a cambiar el miedo por libertad. Libertad para salir a las calles, tomar de la mano a nuestros hijos y no temer que nos maten. Libertad para ir a un hospital, encontrar medicinas, médicos y saber que salvamos nuestras vidas…” Con esta visión, reiteró que su lucha es por los 18 millones de ecuatorianos, por la vida y el bienestar de todos.