Un gesto puede decir más que mil palabras, por eso el lenguaje no verbal es clave en una entrevista de trabajo. Nuestros gestos, movimientos, el tono de voz e incluso nuestra ropa envían información a quienes nos rodean, mucho más cuando el entrevistador busca conocer a profundidad si el candidato cumple con las habilidades y actitudes necesarios para desempeñar una tarea, además de si es alguien en quien poder confiar.
Es así que Adecco, a través de su Fundación Adecco, comparte una guía completa sobre las reglas básicas para dominar el lenguaje no verbal en las entrevistas de trabajo, a fin de lograr el trabajo deseado.
- Mira siempre a los ojos: No esquives la mirada, pues transmite falta de sinceridad, inseguridad y falta de confianza en uno mismo. No se trata de fijar la mirada como un clavo, pero sí de dirigirla a los ojos del entrevistador. Si te sientes forzado, acompaña tu mirada con una sonrisa para que la otra persona no se sienta incómoda. Acertarás siempre.
- No cierres los puños: Transmite mucha tensión y nerviosismo. Mejor mantén las palmas de la mano abiertas y relajadas, lo que denota sinceridad y empatía.
- Saluda con firmeza cuando el entrevistador te de la mano: El saludo dice mucho de una persona. Si al dar la mano la dejas “blanda” o sin fuerza, el entrevistador percibirá que no tienes la energía ni la personalidad suficiente para desempeñar el trabajo. Se trata de cogerla con decisión, para que el entrevistador compruebe que confías en ti mismo.
- Gesticula de una forma natural: Una persona que mueve excesivamente las manos al explicarse, transmite cierta angustia. Por el contrario, una persona completamente estática ofrece una imagen muy antinatural y forzada. Trata de imaginar que el entrevistador es alguien que conoces y con quien puedes conversar con tranquilidad.
- El cabello: Trata de no tocarte una y otra vez el pelo, pues es un síntoma de ansiedad y nerviosismo.
- Los hombros siempre derechos: Salvo si tienes alguna discapacidad que te impida mantener los hombros rectos, nunca los dejes caer. Tienes que ir con la cabeza muy alta, pues ello transmitirá una gran seguridad y el entrevistador confiará en ti.
- Evita cruzar las piernas: Muchos psicólogos dicen que las personas que cruzan las piernas son inseguras y les cuesta tomar decisiones. Mejor siéntate con las piernas paralelas, con una ligera separación.
- Entrar en la sala: Cuida el modo en que atraviesas la puerta al entrar en la sala en la que realizarás la entrevista de trabajo, debes dejar clara tu confianza en ti mismo y no aparecer encorvado ni frotarse las manos, ya que esto demuestre impaciencia.
- Camina a un ritmo regular y normal: Si caminas muy rápido puedes parecer nervioso e impaciente. Si te tomas excesivo tiempo, parecerá que eres perezoso o que trabajas con lentitud.
- ¿Qué me pongo? Lo más importante a la hora de vestir es tratar de parecer un lienzo en blanco en el que la empresa pueda pintar su propia identidad corporativa y personalidad. Te recomiendo utilizar colores neutros y líneas sencillas.
Si dominas estas pautas y las combinas con las palabras adecuadas, tus posibilidades de tener éxito en la entrevista serán muy elevadas. “Lo más aconsejable es repasar a solas o con alguien de confianza, de manera que puedas incorporar estas prácticas lo más natural posible, ya que si se ven forzadas se corre el riesgo de verse falso y la naturalidad es uno de los aspectos que más valoran los reclutadores, además recuerda que la mejor entrevista de trabajo es aquella donde te muestras tal como eres, muéstrate autentico y veraz en tus respuestas”, explica Viviana Rodriguez, directora de operaciones de Adecco Ecuador.