El Quinto Encuentro de la Sociedad Civil del Ecuador, realizado en la Universidad Católica “Santiago de Guayaquil” y organizado por la Mesa Regional de Cooperación para el Desarrollo, fue un espacio de diálogo y reflexión sobre el incremento de la violencia y el resquebrajamiento de la convivencia urbana; una problemática que preocupa a la sociedad ecuatoriana y que cobra especial importancia en este año en el que las muertes violentas han aumentado de manera considerable.
Organizaciones sociales del país, organismos de cooperación internacional, universidades, instituciones gubernamentales, el sector empresarial y la ciudadanía en general concluyeron que se debe actuar pronto frente a esta situación porque las comunidades están sufriendo.
“Ya demostramos que lo podemos hacer. Justamente a inicios de este año lo logramos con las escuelas seguras, que surgieron en la mesa de gobernanza, a partir de las conclusiones del Cuarto Encuentro de la Sociedad Civil”, señaló Javier Gutiérrez, director de Misión Alianza Noruega en Ecuador.
También se destacó que es importante escuchar a los niños y jóvenes que están siendo afectados por la violencia y tiene mucho que aportar. Además, que las comunidades también deben ser parte de las soluciones porque son las que están enfrentado día a día la violencia.
En este sentido, Nidya Quiroz, consultora internacional de la ONU, resaltó que “hay que entender la violencia para proponer estrategias adecuadas, de lo contrario se diseñarían proyectos fallidos”. Quiroz, quien trabajó con el exalcalde de Bogotá, Antanas Mockus, en iniciativas para fomentar la paz en la capital colombiana, enfatizó que los programas deben propender a evitar la solución violenta de los conflictos. “Tratamos de desactivar los mecanismos de la delincuencia. Para esto buscamos transformar pacíficamente los conflictos, los mismos que alimentan la confrontación armada. Lo hicimos a partir de una búsqueda de estrategias desde la sociedad civil organizada, para la cual fue preciso articular experiencias y prácticas de múltiples actores sociales y ciudadanos, tanto seculares como religiosos, con el fin prioritario de arrebatar a los jóvenes de las manos de los violentos”, dijo.
Otro elemento que se abordó fue la recuperación del espacio público a través de la cultura y el deporte. Al respecto, Sofía Botero, experta en gestión de proyectos de cooperación nacional e internacional en el área social y que trabajó en Medellín en la transformación social, destacó la importancia del trabajo articulado. “Nos juntamos empresarios y organizaciones de la sociedad civil con gobierno local y gobierno nacional en un montón de conversaciones y diálogos simultáneos. Generamos una agenda de encuentros entre distintos, entre impares. Nos dimos a la tarea de construir unas nuevas narrativas. Instalamos una narrativa de la esperanza. Pasamos del miedo a la esperanza”, enfatizó y añadió que “esta es una tarea que no acaba; generar capacidades y bienestar es una tarea de siempre”.
Por su parte, Alex, un estudiante de 14 años miembro de la Batucada Popular, una iniciativa que busca desconectar a los adolescentes de la violencia a través de la música, felicitó este tipo de espacios seguros. “Para mí el tambor significa las voces de quienes no pueden hablar, aquellas personas que tienen miedo a salir por la violencia y la inseguridad de las calles”, aseveró.
Además, se habló de la salud mental y emocional, seriamente afectada por la situación de violencia e inseguridad. En este aspecto se propuso un trabajo articulado con universidades.
Las conclusiones del Quinto Encuentro de la Sociedad Civil del Ecuador se incluirán en un plan de trabajo que se empezará a ejecutar desde enero.