Cada mes de octubre se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama, fecha que busca aumentar la atención y apoyo a la detección precoz y el tratamiento de esta enfermedad. Para la Organización Mundial de la Salud, en América Latina este tipo de cáncer se ha convertido en la segunda causa de muerte, estimando que alrededor de las 62.000 mujeres diagnosticadas casi 100.000 mueren.
De acuerdo con el oncólogo Chirag Shah de Cleveland Clinic, “en los últimos años, ha habido bastante discusión sobre los desodorantes y su relación con el cáncer de mama. Sin embargo, esta teoría nace porque se solía decir a los pacientes que no podían usar antitranspirantes que entre sus componentes tenga aluminio durante la radiación; ya que existía la preocupación de que este elemento químico aumentará la irritación de la piel como consecuencia de las radioterapias”.
• Estudios científicos
Usualmente las personas cuando piensan sobre los desodorantes tienen la esperanza de que estos cosméticos resuelvan problemas de olor corporal y sudor, sin preocuparse por sus ingredientes potencialmente dañinos y su proximidad a los senos. Científicos han investigado y estudiado la posible conexión entre los antitranspirantes y el cáncer de mama; sin embargo, no se ha descubierto evidencia científica que vincule el uso de estos antitranspirantes con el desarrollo de la enfermedad.
• Componentes importantes de los desodorantes
El aluminio es el ingrediente principal que se encuentra en los desodorantes que permite que los productos hagan su trabajo. Su compuesto activo funciona para tapar cada conducto de sudor en la axila para que este no llegue a la superficie de la piel, produciendo un mal olor y dejando marcas de transpiración en la ropa.
Para el oncólogo Shah, “algunas personas pueden pensar que debido a que el aluminio se aplica todos los días y se absorbe en la piel cerca de los senos, puede tener efectos similares al estrógeno; y aunque esta hormona sexual puede promover el desarrollo y el crecimiento de algunas células de cáncer de mama, no se ha demostrado consistentemente que el uso de desodorantes con este componente produzca o causen cáncer de mama”.
Además, es importante considerar que la mayoría de los desodorantes también contienen toxinas químicas que pueden poner nervioso al consumidor, como:
• Parabenos: conservantes que se encuentran en muchos productos para el cuidado personal, pueden imitar el estrógeno y alterar la producción natural de hormonas de su cuerpo. Sin embargo, ninguna evidencia definitiva ha demostrado que este ingrediente puede causar directamente cáncer de mama.
• Triclosán: pesticida que se encuentra en muchos productos para el hogar, como jabones antibacterianos, pastas de dientes, maquillaje y más, cuyo objetivo es prevenir el crecimiento bacteriano.
• Ftalatos: la investigación no ha sido concluyente con estos plastificantes que se encuentran en muchos objetos domésticos. En la actualidad, la mayoría de los productos que contienen ftalatos nocivos se han retirado de los estantes para la seguridad del consumidor.
• Propilenglicol: comúnmente conocido por su uso en anticongelantes, ninguna investigación ha relacionado este ingrediente con el desarrollo de cáncer. De hecho, las organizaciones mundiales lo han considerado seguro para su uso en alimentos, medicamentos y cosméticos de uso diario.
En caso de estar buscando una alternativa desodorante, existen versiones naturales en el mercado, así como el uso de bicarbonato de sodio. Además, es importante que independientemente del producto que se use debajo de los brazos, es necesario que las personas acudan al médico regularmente y en casos de encontrar algún tipo de brote, sarpullido o irritación en la piel.