200 kits de alimentos y 100 kits de dormir fueron distribuidos en zonas incomunicadas y damnificadas por el temporal, en Chimborazo
El nivel de desolación y angustia oprime a las familias damnificadas por el temporal, en Penipe, en Chimborazo. Hasta allí, personal de la Dirección de Riesgos y Seguridad Ciudadana, de la Prefectura Ciudadana del Guayas, llevó ayuda humanitaria para sumarse a la atención de la emergencia que afronta el sector.
Derrumbes, deslizamientos de tierra, socavones y daños estructurales en puentes y vías mantienen en zozobra y aisladas a varias comunidades. Un ejemplo es Releche, la primera beneficiaria de 56 kits de alimentos desde Guayas. Allí, la estrecha vía ha colapsado por troncos y el riachuelo que arrastra material desde las montañas.
El alcalde Fabián Aldaz agradeció a la prefecta Marcela Aguiñaga por responder a su llamado, enviando desde Guayas el contingente para atender a los damnificados. “Es un ejemplo que, desde tan lejos, nos haya llegado esta ayuda tan necesaria en los momentos tan duros que estamos pasando. Unidos seremos más fuertes para encontrar salidas”, señaló el burgomaestre.
La recuperación turística será una de las tareas más complicadas de Penipe, cantón que se proyectaba como uno de los mejores destinos internos de la industria. Personal municipal aún no han podido acceder a la zona para diagnosticar las pérdidas, porque el acceso sigue colapsado. Espacios como el nevado El Altar, lagunas, aguas termales y cascadas se han vuelto imposibles de visitar; además, hay peligro en la movilización por el colapso de algunos puentes, y el crecimiento de ríos como el Chambo, Blanco y Puela.
La segunda entrega de ayuda humanitaria de Guayas sirvió a 5 comunidades: Ganshy, Bilbao, Yuibug, Capil y Tairu. Ahí se repartieron 144 kits de alimentos, 100 colchones y 100 sábanas. Estas donaciones se convierten en una luz de esperanza para cientos de familias a las que se les imposibilita buscar sus alimentos o comercializar sus productos.
En Ganshy, una de las beneficiarias es Rosa Manzón. Cuando el personal de la Prefectura Ciudadana del Guayas llegó hasta su vivienda, no pudo evitar llorar. Aseguró que la asistencia se convierte en una esperanza y el anuncio de que saldrán adelante. “Muchas gracias, mi Prefecta (Marcela Aguiñaga) por haberse acordado de este lugar; estamos pasando momentos muy difíciles, pero con estas ayudas se alivian nuestras penas”, apuntó.
Juan Pablo Villalba, presidente de la comunidad de Ganshy, compartió su sentimiento de agradecimiento hacia la máxima autoridad de la provincia del Guayas, «por acordarse de nosotros y no olvidarnos en estos momentos». Además, agregó que se sienten felices por recibir estos alimentos, porque no pueden salir a la ciudad para buscarlos por ellos mismos.