Cerca de 100 personas se aglomeraron en una hora que la cámara de Televistazo estuvo presente en las calles Imbabura y Panamá, en el centro de Guayaquil. La fila estaba compuesta principalmente de jóvenes y adultos mayores, los que, desde hace un mes, llegan todos los días dispuestos a escanear su iris a cambio de criptomonedas.
«Lo que regalan son 13 monedas, que en valor en efectivo, son USD 20 o USD 25», dijo Héctor Jiménez, una de las personas que fue recompensada por participar.
Eso les ofrece Worldcoin, una empresa estadounidense que asegura que vino a Ecuador para escanear el iris de los ciudadanos, con el objetivo de crear pasaportes digitales que permitan diferenciar a humanos de los robots.
Lo hacen con este aparato que obtiene el registro biométrico de los ojos, así lo explica Martín Mazza, representante de la compañía que ya tiene seis agencias en Quito y Guayaquil.
«El dispositivo toma una fotografía del iris, y a partir de ella construye la prueba de humanidad, que es un código del iris. Se elimina la imagen, y el usuario queda en control de su información para interactuar con esa prueba de humanidad», explicó.
La mayoría de los presentes en esta fila reconoció que está ahí por el dinero que recibe, aunque no entienden exactamente cómo funciona la aplicación móvil que deben descargar para participar, ni cuándo o cómo podrán usar las criptomonedas que ofrece la empresa.
Un trabajador de esa compañía les da instrucciones de cómo usar la aplicación, porque ahí deben aceptar los términos y condiciones que incluye el consentimiento del usuario para que puedan escanear su iris.
Rayner Durango, especialista en ciberseguridad de la Escuela Politécnica del Litoral (Espol) concluye que los ciudadanos tampoco miden las consecuencias de lo que están haciendo.
«El iris es un dato personal del individuo, es decir, como la huella digital. En ese momento deja de ser un dato íntimo del individuo, debe estar almacenado en un repositorio único a nivel de una organización. No sabemos exactamente dónde va a ir esa información, porque una empresa privada puede quebrar», relató.
Worldcoin ingresó al país, a pesar de que su actividad ha sido cuestionada en varios países por la vulnerabilidad de los datos personales de los ciudadanos.
Desde que Worldcoin se lanzó a mediados del 2023, las autoridades reguladoras de la información y los datos personales de Francia, Portugal, Alemania, Reino Unido, Kenia, Nigeria, Argentina, España y Corea del Sur han estado investigando en detalle qué hace el proyecto con los datos biométricos de los usuarios.
Kenia suspendió las actividades de Worldcoin, como también la Agencia Española de Protección de Datos, en marzo de este año.
Fuente: Ecuavisa