Los Juegos Olímpicos de París 2024 son un encuentro que representa una oportunidad sin precedentes para las marcas a nivel global, ya que atraen la atención de millones de espectadores de diversas culturas y nacionalidades gracias a los atletas que clasificaron en las 46 disciplinas deportivas. Este evento que, en su edición moderna comenzó en 1896 en Grecia inspirados en los juegos antiguos, trasciende fronteras, permite a las empresas no solo promocionar sus productos, sino también conectar emocionalmente con audiencias apasionadas por el deporte y la competencia.
En este contexto, Fernando Hallo, decano de Business School de la UIDE, el marketing se convierte en una herramienta efectiva para transformar la visibilidad de marca en lealtad del consumidor. El patrocinio en los Juegos Olímpicos, por ejemplo, es una estrategia clave que permite a las marcas asociarse con la emoción y el prestigio del evento, logrando así una visibilidad inigualable. Las empresas no solo invierten en la promoción de sus productos, sino que también se alinean con el esfuerzo y superación que representan los atletas olímpicos. Al patrocinar a deportistas o equipos nacionales, las marcas pueden contar historias auténticas – storytelling que resuenan con el público, generando un sentido de pertenencia y admiración. Esta conexión emocional no solo mejora la percepción de la marca, sino que también puede traducirse en un aumento significativo en la lealtad del consumidor y en las ventas.
Por otro lado, el marketing digital juega un papel fundamental en la promoción durante los Juegos Olímpicos de París 2024, pues permite a las marcas llegar a audiencias globales de manera efectiva y atractiva. A través de plataformas como Instagram, X, Facebook y TikTok, las empresas comparten contenido emocionante y relevante que capta la atención de los fanáticos en tiempo real. Las estrategias incluyen campañas interactivas, concursos, creación de contenido viral, eventos en vivo, activaciones en los lugares de competencia, aplicaciones móviles y juegos en línea con las que las empresas aprovechan la tecnología para involucrar a los aficionados de maneras innovadoras. Además, colaboraciones con influencers permite amplificar el mensaje, la creatividad se convierte en el motor que impulsa el engagement y ayuda a las marcas a destacarse con los consumidores.
Pero todo lo mencionado debe ser evaluado, por ello la medición de resultados es un aspecto primordial en el marketing durante los Juegos Olímpicos, ya que permite a las marcas revisar la efectividad de sus estrategias y ajustar sus acciones en tiempo real. Utilizando herramientas de análisis de datos, las empresas pueden obtener métricas como la interacción en redes sociales, el alcance de las campañas publicitarias y las conversiones de ventas. Esta información ayuda a determinar qué tácticas están funcionando mejor y ofrecer insights valiosos sobre el comportamiento y las preferencias del consumidor. Al entender qué resonó con su audiencia, las marcas pueden optimizar futuras campañas y crear experiencias más personalizadas y eficientes.
Y, por último pero no menos importante, la importancia de la etapa post-olímpica tiene un impacto significativo en las estrategias de marketing después de los Juegos, pues las empresas tienen la oportunidad de capitalizar el entusiasmo y engagement generado durante el evento al seguir conectando con los consumidores mediante iniciativas que resalten su compromiso con los deportes. Esta conexión no solo ayuda a mantener el interés en la marca, sino que también contribuye a una percepción positiva y duradera que puede influir en las decisiones de compra futuras.
En un entorno tan competitivo como el de los Juegos Olímpicos, tener la capacidad de adaptarse se convierte en una ventaja estratégica competitiva que puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso para las empresas.