El gasto de bolsillo de los hogares en salud aumentó a 32,6% en 2022, lo que indica una mayor carga económica directa para los ciudadanos.

En los últimos años, el sistema de salud pública en Ecuador ha experimentado un deterioro significativo.

Verónica Chávez, médica especialista en emergencias y desastres, y vocera del Colectivo Reacciona Ecuador, anota que esta precarización del sector ha tenido consecuencias directas en la población, especialmente en el aumento del gasto de bolsillo en salud.

Según las cuentas satélite de salud, cuya última actualización es del 2022, el gasto nacional en salud respecto al PIB del sector público disminuyó al 4,9% en 2022, comparado con el 5,5% registrado en 2021.

Además, entre enero y agosto de 2024, el Ministerio de Salud ejecutó USD 52,7 millones en inversiones, esto es apenas el 25,9% de lo presupuestado para este año (USD 203,2 millones).

En el mismo periodo del año pasado el porcentaje de ejecución fue de 35,6%, casi 10 puntos porcentuales más que en 2024.

Los ecuatorianos gastan más en salud privada

El gasto de bolsillo, que se refiere al dinero que las personas gastan directamente en servicios de salud fuera del sistema público, es un indicador clave del acceso y la calidad del sistema de salud de un país.

Chávez explica que, mientras en 2005 este gasto representaba el 66% del total de gastos en salud, para 2017 se había logrado reducir, gracias a mejoras en el sistema público.

Sin embargo, en los últimos siete años, este porcentaje ha vuelto a aumentar.

«Este fenómeno muestra que el Estado está dejando de proporcionar servicios de calidad y accesibles», afirma Chávez.

El gasto de bolsillo de los hogares en salud aumentó a 32,6% en 2022, lo que indica una mayor carga económica directa para los ciudadanos. Por cada dólar gastado en salud, USD 0,33 centavos fueron cubiertos por los hogares.

Según el INEC, las cifras actualizadas sobre los gastos en salud del 2023 se conocerán a finales de noviembre de 2024.

Falta de profesionales y recursos

Según Chávez, uno de los problemas más críticos es la falta de contratación de personal médico, lo que ha reducido la capacidad del sistema público para atender a la creciente demanda.

«No se están contratando profesionales de salud al nivel que se necesita», señala.

Además, menciona que la escasez de insumos, medicamentos y equipos ha complicado aún más la atención médica. Esto ha obligado a muchos ciudadanos a recurrir a clínicas privadas, incrementando su gasto en salud.

Impacto económico del acceso a la salud

El impacto de un sistema de salud deficiente va más allá del bienestar físico. Chávez argumenta que la salud es un motor para la economía de los países.

«Si las personas dejan de gastar en salud, pueden invertir ese dinero en vivienda, educación o emprendimientos, lo que dinamiza la economía».

Además, menciona que un sistema de salud eficiente es una inversión para el Estado, ya que previene complicaciones médicas más costosas y mantiene a la población productiva.

La realidad de los médicos en Ecuador

Chávez desmiente la creencia de que en Ecuador hay un exceso de médicos, aclarando que el indicador de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que recomendaba 23 médicos por cada 10,000 habitantes, ya no es válido.

En su lugar, la OMS ahora establece un mínimo de 44 médicos por cada 10.000 habitantes para el 2030.

Actualmente, Ecuador tiene una tasa de 38 médicos por cada 10.000 habitantes, lo cual está por debajo de lo recomendado.

A esto se suma la desigual distribución de los profesionales de la salud, con una mayor concentración en provincias como Pichincha, Guayas y Azuay, mientras que en zonas como la Amazonía, la proporción es significativamente menor.

«La distribución geográfica y la falta de personal especializado son dos problemas graves que agravan la crisis del sistema de salud», destaca Chávez.

La precarización de la profesión médica

Uno de los aspectos más preocupantes es la precarización de los médicos generales, quienes, a pesar de ser fundamentales para el sistema de salud, enfrentan sueldos que no cambian a lo largo de sus carreras.

«Un médico general entra ganando USD 1.600 y se jubila con el mismo sueldo, a pesar de haber invertido alrededor de USD 300.000 en su formación», denuncia Chávez.

Fuente: Radio Pichincha

Por Yazmín Bustán

Feminista. Trabajando en visibilizar el trabajo que hacemos las mujeres,

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *