Cada 25 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Pulmón, una fecha destinada a promover la importancia de cuidar uno de los órganos más importantes del ser humano. En un contexto donde las enfermedades respiratorias están en aumento, es vital prestar atención a la salud pulmonar, especialmente ante la amenaza de virus como el COVID-19 y la influenza.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca que las afecciones respiratorias son una de las principales causas de muerte y de discapacidad en la Región de las Américas. Entre las patologías más comunes se encuentran la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), el asma, la fibrosis pulmonar y otras condiciones que afectan el sistema respiratorio. La OMS estima que estos problemas de salud provocan cerca de 5 millones de casos graves y causan entre 290,000 y 650,000 muertes a nivel mundial cada año.
En este escenario, la espirometría se posiciona como una herramienta esencial para el diagnóstico y seguimiento de la función pulmonar, ayudando a prevenir complicaciones graves.
Según la Lcda. Gabriela Nieto, Máster en Terapia Cardiorrespiratoria del Hospital de los Valles, este examen es crucial para la detección temprana de enfermedades respiratorias, ya que permite identificar alteraciones en la función pulmonar antes de que se presenten síntomas severos.
¿Qué mide la espirometría?
La especialista señala que la espirometría evalúa la función pulmonar, midiendo tanto el volumen de aire que se puede inhalar y exhalar como la velocidad a la que esto ocurre. Entre los principales parámetros que mide la espirometría se encuentran:
- Volumen Espiratorio Forzado en 1 segundo (FEV1): La cantidad de aire que una persona puede exhalar en el primer segundo de una espiración forzada.
- Capacidad Vital Forzada (FVC): El volumen total de aire que se puede exhalar después de una inhalación profunda.
- Relación FEV1/FVC: La proporción de aire exhalado en el primer segundo en comparación con el volumen total exhalado.
- Volumen Espiratorio Forzado en 6 segundos (FEV6): Similar a la FVC, pero medido durante un periodo de 6 segundos.
Qué enfermedades monitorea:
La licenciada añade que este estudio es útil para diagnosticar diversas enfermedades respiratorias, incluyendo:
- Asma: Identificación de obstrucción reversible en las vías respiratorias.
- EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica): Evaluación de la obstrucción crónica y su severidad.
- Fibrosis pulmonar: Evaluación de la restricción en la capacidad pulmonar.
- Bronquitis crónica y enfisema: Evaluación de la función pulmonar en enfermedades obstructivas.
- Enfermedades intersticiales pulmonares: Evaluación de la función pulmonar en estas condiciones.
Además, la espirometría es fundamental para monitorear la eficacia de los tratamientos y ajustar las terapias a medida que avanza la enfermedad. La licenciada Nieto enfatiza que, si un paciente ha sufrido de Covid-19 u otra enfermedad que haya comprometido el sistema respiratorio, es crucial realizarse una espirometría para evaluar la función pulmonar.
“En el Día Mundial del Pulmón, es fundamental recordar la importancia de mantener una buena salud pulmonar y la necesidad de realizar pruebas como la espirometría para asegurar el bienestar de nuestro sistema respiratorio. La detección temprana de enfermedades mediante este estudio puede marcar una gran diferencia en la calidad de vida de los pacientes, facilitando el inicio de tratamientos oportunos y previniendo complicaciones graves”, puntualiza la experta.