La Cámara Nacional de Acuacultura, en representación de la cadena de valor del sector camaronero, informa que los cortes de energía anunciados por el Operador Nacional de Electricidad CENACE el 5 de octubre podrían generar una caída de USD 75 millones mensuales en exportaciones de camarón, con efectos que se agravarán conforme avancen los días.

El impacto afecta a toda la cadena productiva. Las fábricas de alimento balanceado, al no poder compensar la falta de electricidad con generación propia, han visto reducida drásticamente su capacidad de producción, lo que pone en riesgo el abastecimiento de la materia prima más crucial para los productores. De igual forma, las empacadoras, que comparten la misma situación que los fabricantes de alimento, enfrentan interrupciones de hasta 13 horas diarias, ya que los cortes de 10 horas impiden que los equipos se reinicien de manera oportuna.

“El escenario planteado por el CENACE coloca al sector camaronero en una situación crítica. La falta de alimento balanceado que ya empezamos a registrar no solo afecta la producción actual, sino que obligará a reducir las densidades de siembra, lo que significa menor volumen de exportación justo en una temporada de mayor demanda, en un año particularmente difícil para nuestro sector”, señaló José Antonio Camposano, Presidente Ejecutivo de la Cámara Nacional de Acuacultura.

Camposano recordó que el gremio ha solicitado al Ministerio de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca MPCEIP insistir ante las autoridades eléctricas sobre la necesidad de contar con cronogramas de racionamiento predecibles y franjas horarias manejables para mitigar los impactos. “En cantones como Durán, los horarios acordados no se están cumpliendo, lo que genera pérdidas incalculables en costos laborales, daños al camarón que no puede ser procesado a tiempo, y equipos que se ven afectados por apagones imprevistos”, añadió Camposano.

Ante esta situación, la Cámara Nacional de Acuacultura hace un llamado a mejorar la transparencia en torno a la crisis energética para comprender su alcance real y poder trabajar en soluciones que no afecten desproporcionadamente al sector productivo, del cual dependen 9 de cada 10 empleos en el país.

“Entendemos que esta crisis no ha sido generada por la actual administración, pero es esencial mejorar los procesos de toma de decisiones y la comunicación con los sectores afectados. Reiteramos nuestra disposición para colaborar con las autoridades y todos los actores involucrados, buscando proteger una industria vital para la economía ecuatoriana y que sostiene casi 300,000 plazas directas e indirectas”, concluyó Camposano.

Por Yazmín Bustán

Feminista. Trabajando en visibilizar el trabajo que hacemos las mujeres,

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