Debido a una alerta del Cenace sobre un posible colapso de Mazar, el ministerio de Energía ordenó el apagón industrial.
El pasado 2 de octubre, el Operador Nacional de Electricidad (Cenace) le advirtió al ministro de Energía, Antonio Goncalves, la necesidad de incrementar los racionamientos de energía para evitar un posible colapso de la central hidroeléctrica de Mazar.
El Cenace planteó que, en la semana del 7 al 13 de octubre, los cortes sean de al menos el 24% de la demanda para evitar que siga disminuyendo las reservas de la principal central hidroeléctrica del país.
En la explicación técnica, se advierte que el embalse continuará cayendo y “el riesgo de colapso aumenta, puesto que, no se tendría control sobre el nivel del embalse, perdiendo potencia la central Mazar”.
La previsión del Cenace es que, alrededor del próximo 18 de octubre, la cota alcanzaría los 2.110 metros sobre el nivel del mar, con lo que “se pierde la primera unidad de esta central”.
Por estas consideraciones, recomendó realizar racionamientos forzosos, más allá de los cronogramas de la planificación anunciados por el Gobierno, para garantizar la operación del Sistema Nacional Interconectado.
Sugirió al Ministerio de Energía mantener acercamientos con el sector industrial para que reduzca el consumo eléctrico, tomando en cuenta que las empresas tiene la capacidad de generación propia por hasta 250 MW a nivel nacional.
En respuesta a la advertencia del Cenace, el ministro de Energía, Antonio Goncalves, dispuso desde el pasado sábado 5 de octubre racionamientos para el sector industrial en un 100%, en el horario de 08h00 a 18h00, durante los próximos 15 días.
La medida generó el rechazo de las cámaras empresariales, que advirtieron que se paralizarán las actividades productivas, lo que a su vez provocará despidos de personal.
Los empresarios solicitaron al Gobierno revertir el racionamiento industrial, lo que pone a las autoridades contra la pared ante la crítica situación de Mazar.