El Black Friday se ha convertido en Ecuador en uno de los eventos comerciales más esperados del año. Desde su adopción, esta fecha ha demostrado ser una herramienta efectiva para aumentar las ventas en diversos sectores, beneficiando tanto a grandes tiendas como a pequeños comerciantes. En el país, esta jornada impulsa a los consumidores a buscar ofertas y promociones, principalmente en tecnología, moda y electrodomésticos. En este contexto, los centros comerciales se vuelven el epicentro de la actividad económica, alentando no sólo el comercio, sino también la interacción social en espacios seguros y atractivos para las familias.

Los centros comerciales de Quito, Guayaquil y Cuenca, entre otras ciudades, registran un incremento considerable en el número de visitantes durante el Black Friday, una tendencia que ha ido en aumento cada año. Aunque las ventas locales se han reducido 3,2 % en el primer semestre de 2024, comparado con el mismo periodo en 2023, según la Cámara de Comercio de Quito, la llegada del Black Friday este 29 de noviembre simboliza una esperanza para el sector comercial esperando que el tráfico de visitantes en centro comerciales aumente entre un 20% y un 50% en comparación con semanas normales. Para Marinela Berrazueta de Ciudad Comercial El Recreo, este auge impulsa a los centros comerciales a extender sus horarios y ofrecer promociones en conjunto con las tiendas, además de organizar eventos de entretenimiento que añaden valor a la experiencia de compra. “En nuestro caso, El Recreo se prepara desde el 25 de noviembre al 1 de diciembre con promociones y descuentos de hasta el 50% para apoyar los comercios y al bolsillo de la familia ecuatoriana. Estimamos también un aumento de visitantes de más del 20%”, indicó Berrazueta.

La influencia del Black Friday no se limita al incremento de visitantes, sino que también repercute positivamente en el gasto de los consumidores. Según datos de la Cámara de Comercio de Guayaquil, el gasto promedio por persona durante este período alcanza los USD 120 en tecnología y electrodomésticos, mientras que en moda y accesorios llega a los USD 80. Estas cifras reflejan una planificación anticipada por parte de los compradores, quienes, de acuerdo con estudios de mercado, investigan

precios y comparan opciones antes de la fecha para aprovechar al máximo las ofertas. Este comportamiento sugiere que el consumidor ecuatoriano está cada vez más informado y toma decisiones de compra estratégicas.

Además, los datos indican que el interés de los consumidores se concentra cada vez más en productos tecnológicos y de hogar, impulsado en parte por la creciente digitalización del trabajo y la educación. Sin embargo, el sector de moda también sigue siendo atractivo, especialmente las marcas internacionales y locales que lanzan promociones especiales para atraer al público.

De cara al futuro, se espera que el Black Friday mantenga su crecimiento en Ecuador, y que el comercio electrónico se consolide como un canal adicional, lo que podría incrementar las ventas de manera anual. Este cambio responde a la preferencia de muchos consumidores por evitar las aglomeraciones y hacer sus compras de forma rápida y segura desde sus dispositivos.

Es así que, el Black Friday en Ecuador ha pasado de ser un evento más a convertirse en un motor económico fundamental. La cultura de consumo durante esta fecha no solo impulsa el comercio en los centros comerciales, sino que también revela una adaptación a la economía actual, ofreciendo beneficios tangibles para consumidores y comerciantes, y abriendo oportunidades para los negocios locales y nacionales en un mercado competitivo.

Por Yazmín Bustán

Feminista. Trabajando en visibilizar el trabajo que hacemos las mujeres,

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