Las propuestas se enfocaron en bajar impuestos, incentivar la contratación juvenil, explotar los recursos naturales y aumentar la inversión privada. Las mismas de cada debate.
“Ecuador cierra 2024 con un déficit fiscal de alrededor de 4.000 millones de dólares. Para solucionarlo, ¿reducirá gastos y subsidios o aumentará la deuda y los impuestos?”, fue la pregunta planteada por los moderadores. Una pregunta por la que los 16 candidatos navegaron con respuestas directas, dudosas y extravagantes.
Mientras Henry Cucalón, del movimiento Construye, planteó que Petroecuador debe morir y que hay que tener apertura total a la inversión privada, Luis Felipe Tillería, de Avanza, fue más allá: “Seremos un centro financiero internacional, cuna de 400 bancos, incluyendo el Banco del Migrante”. Una cifra bastante generosa si se considera que en Ecuador hoy hay menos de 30 bancos.
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De inmediato, Tillería subió la apuesta: “Vendrán Amazon, eBay o Temu, para hacer un centro de distribución regional en el país. (…) Nuestros jóvenes crearán las nuevas Apple, Facebook y Google”. No explicó cómo convencería a esas multinacionales de llegar al país, aunque sí dijo, para lo otro, que dotaría “con ocho gigas de internet gratis (a esos jóvenes) para que teletrabajen en las mejores empresas del mundo”.
En lo que casi todos coinciden es que el sector privado debe tener un rol más protagónico en la economía, sobre todo en los sectores extractivos. “Hay que ver al petróleo y la minería, con inversión extranjera regulada por el Estado”, señaló Francesco Tabacchi, de CREO. Para Jimmy Jairala, de Centro Democrático, también es la salida. “Debajo de la tierra hay alrededor de 40.000 millones de dólares en reservas de petróleo y gas; hay que explotarla con tecnología moderna”.
¿Cómo llegarían esos inversores a un país complicado por la inseguridad jurídica y la violencia? Nadie aclaró mucho, aunque Enrique Gómez, el candidato de SUMA, soltó una que se asocia a esto: “Los embajadores deben ser medidos, no por las reuniones, sino por cuánto dinero traen al país”.
Si esa inversión privada llegara y se generan recursos por el extractivismo, Andrea González, del Partido Sociedad Patriótica, asegura que son necesarios para invertir en tecnología agrícola y educación, y “no como estos proyectos políticos que usan esos recursos como gasto corriente”. Aunque dijo que con “un Estado obeso nunca vamos a poder salir del subdesarrollo” y puso como ejemplo que se crearon ministerios de forma innecesaria.
¿MÁS ESTADO O RECORTES EN BUROCRACIA?
En cambio, Pedro Granja, del Partido Socialista Ecuatoriano, mencionó no compartir la posición de Andrea González en reducir el Estado porque “eso es más despido y menos gente trabajando”. Dijo que en su primer año de Gobierno va a contratar al menos dos mil profesores y que entregará 10 mil viviendas cada semestre. Hasta tuvo tiempo de quejarse por el tiempo de intervención. “Que pena que este debate no sea debate porque realmente es una caricatura”.
Quienes sí tuvieron tiempo para hablar más que de lo económico fueron Luisa González, del Movimiento Revolución Ciudadana; e Iván Saquicela, de Democracia Sí. Ambos dedicaron una de sus interpelaciones en discutir sobre la liberación de Jorge Luis Zambrano, alias Rasquiña, de quien González dijo que Saquicela lo había liberado. “Googleen quién liberó a Rasquiña, qué juez fue. Señor Saquicela, usted fue”. Saquicela lo negó y le dijo que él condenó a su líder (Rafael Correa).
Para los problemas energéticos, en el bloque económico, no se dieron tantas soluciones. Henry Cucalón habló de apertura a la inversión de empresas con una oportunidad de generar 60 mil empleos; Juan Cueva, candidato de Amigo, habló de colocar 900 millones de dólares para generar 750 megavatios.
GRANDES CONTRIBUYENTES Y OTROS TEMAS
Sí coincidieron Leonidas Iza, de Pachakutik; Jorge Escala, de Unidad Popular; y Víctor Araus, de Pueblo, Igualdad y Democracia; quienes hablaron de generar recursos cobrándoles a los grandes empresarios que evaden el pago de impuestos. Los dos primeros, además, hablaron de condonar deudas a pequeños empresarios, y también en la reducción del IVA, aunque eso lo mencionaron casi todos los candidatos: unos al ocho por ciento, otros al 10, algunos otros al 12 por ciento…
Henry Kronfle, del Partido Social Cristiano, además aseguró que pondría cero impuestos al turismo, a todos los productos de la canasta básica, a los insumos agrícolas y más. “Mantendremos el subsidio del gas”, enfatizó.
También hubo algo de tiempo para hablar del campo y de otros sectores productivos como el pesquero. Jairala se refirió a un plan piloto con semillas certificadas y la eliminación de los intermediarios que encarecen los productos; Tabacchi de una inversión de 800 millones para modernizar el agro; Cueva de usar la inteligencia artificial para crear una plataforma predictiva de lluvias, ventas y cultivos.
En cambio Carlos Rabascall, de la Izquierda Democrática, dijo que se debe trabajar en un modelo económico con regiones autónomas descentralizadas, sin alcaldes o prefectos mendigando a los ministros. “Deben generar riqueza en sus zonas, con modelos de economía solidaria”.
Entre tantas idas y vueltas, Daniel Noboa, de ADN, habló de los resultados que, según él, alcanzó en Carondelet. “Crecimos en ventas, en exportaciones y creceremos mínimamente (en 2024) porque fue un año de corrección”. Se refirió también a que “hay gente que leyó el libro y no lo entendió”, ironizando sobre, según él, ciertos desconocimientos de los candidatos en algunas cifras. Sí puntualizó que se darán créditos al agro y a los emprendedores con bajos intereses.
Al final, el debate económico dejó ideas ya oídas en otras elecciones y que al final no fueron plasmadas. Las promesas de los debates caducan rápido.