El periodo de vacaciones escolares es una excelente oportunidad para que los niños y adolescentes aprovechen su tiempo en actividades que potencien su desarrollo personal y académico. Una de estas actividades es el estudio del idioma inglés, pues como es conocido, el dominio de este idioma abre puertas en todos los ámbitos, personal, educativo y, en un futuro, en el profesional.

Sin embargo, elegir el curso vacacional adecuado es un paso que no debe tomarse a la ligera, pues puede marcar la diferencia en el progreso real de los estudiantes. Por ello, Deborah Chiriboga High, directora general del Centro Ecuatoriano Norteamericano (CEN) comparte cinco claves esenciales para tomar la mejor decisión.

1. Evaluar la metodología de enseñanza: La forma en la que se enseña el inglés es crucial para captar la atención de los niños y garantizar que realmente aprendan. En ese sentido, es ideal buscar programas que combinen actividades dinámicas y prácticas interactivas con bases sólidas en gramática y vocabulario. Además, es importante que los cursos estén complementados con recursos adicionales. En este caso el CEN cuenta con bibliotecas y laboratorios que apoyan tanto las clases presenciales como las clases online, maximizando las oportunidades de aprendizaje. “En el CEN, hemos diseñado cursos vacacionales que estimulan la curiosidad y la participación activa de los estudiantes», destaca Chiriboga High.

2. Verificar la experiencia de la institución: Un centro educativo con trayectoria en la enseñanza del inglés ofrece confianza y garantía de calidad. La recomendación es investigar cuántos años lleva funcionando, cuáles son sus logros y qué opinan sus exalumnos. Contar con la guía de profesores calificados marca una gran diferencia en el aprendizaje. Por ejemplo, el CEN, con sus 73 años de trayectoria prioriza que los docentes sean altamente capacitados, lo que garantiza un proceso efectivo, al proporcionar retroalimentación constante a los estudiantes para reforzar sus habilidades lingüísticas.

3. Conocer los procesos de evaluación y seguimiento del progreso: Es importante que el curso vacacional incluya mecanismos para evaluar y dar seguimiento al avance de los estudiantes. Esto permite identificar áreas de mejora y reforzar conocimientos, garantizando que cada niño logre un progreso tangible durante el curso.

4. Revisar que los programas estén adaptados a cada edad y nivel: Es fundamental que el curso vacacional ofrezca niveles adecuados para diferentes edades y grados de conocimiento del idioma, y que estén diseñados para cubrir las necesidades de los estudiantes en todas las etapas del aprendizaje. Su oferta académica abarca cursos para niños y adolescentes. “En nuestro caso, tenemos dos ofertas de programas Kids (de 9 a 10 años y Tweens (11 a 13 años),” explica la representante del CEN.

5. Constatar que el ambiente sea seguro y motivador: Finalmente, es importante asegurarse de que el lugar donde los menores acudirán ofrezca un ambiente seguro, motivador y propicio para su crecimiento. La comodidad de las instalaciones, el carácter acogedor de los profesores y un enfoque en la inclusión son aspectos que hacen la diferencia en la experiencia educativa.

Por Yazmín Bustán

Feminista. Trabajando en visibilizar el trabajo que hacemos las mujeres,

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