El 01 de febrero entró en vigor la veda reproductiva del cangrejo rojo y azul, una medida crucial para la conservación de esta especie de gran importancia comercial en Ecuador. Durante este período, que finalizará el 2 de marzo, se prohíbe su captura y venta para permitir su reproducción y garantizar su sostenibilidad a largo plazo.

Los cangrejos encuentran refugio en los manglares, ecosistemas esenciales para su ciclo de vida y para la biodiversidad marina- costera, pues no solo protegen las costas contra fenómenos meteorológicos extremos, sino que también desempeñan un papel fundamental en la mitigación del cambio climático al almacenar grandes cantidades de carbono. Sin embargo, a pesar de su importancia, estos ecosistemas enfrentan amenazas graves, como la tala ilegal, el cambio de uso de suelo y la contaminación.

En nuestro país existen dos mecanismos para proteger los manglares: áreas protegidas y acuerdos de uso sustentable y custodia otorgados a comunidades locales, conocidos como “concesiones”. Esta segunda figura de conservación comunitaria no se considera un área marina protegida; sin embargo, ha sido muy efectiva para proteger la cobertura forestal de las costas ecuatorianas. Las concesiones de manglares son una forma de derechos de uso territorial utilizada por pescadores para gestionar mejor los recursos pesqueros. Es por ello que WWF-Ecuador apoya a las comunidades a consolidar el manejo y conservación de más de 8.400 hectáreas de manglar en el Golfo de Guayaquil, mediante la renovación y ampliación de las concesiones. Según la organización, se trata de una estrategia efectiva para garantizar la conservación de estos ecosistemas, y a su vez fortalecer los medios de vida de las poblaciones que dependen de ellos.

En 2024, el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica de Ecuador renovó los acuerdos de uso sostenible y custodia de los manglares con varias asociaciones pesqueras. Entre ellas está la Asociación de Pescadores Artesanales de Especies Bio-acuáticas y Afines Isla Escalante, la Asociación de Comerciantes Minoristas de Cangrejos Los Ceibos y la Asociación de Producción Pesquera Artesanal Puerto Buena Vista. Gracias a estos acuerdos, miles de hectáreas de manglar estarán bajo la custodia de estas comunidades por los próximos 10 años, un paso crucial para garantizar la protección de este ecosistema esencial para la biodiversidad marina y el sostenimiento de los medios de vida de estas comunidades que habitan en el estuario interior del Golfo de Guayaquil. 

“Hoy celebramos que cientos de hectáreas de manglar estarán protegidas por manos trabajadoras, por comunidades resilientes cuya historia está estrechamente conectada a ellos. Las asociaciones que reciben la concesión reafirman su compromiso con un ecosistema único de importancia global, capaz de capturar entre 3 y 4 veces más carbono por metro cuadrado que otros ecosistemas, como los bosques tropicales”, comentó Pablo Guerrero, Director de Conservación Marina de WWF-Ecuador.

Es importante conocer que el Ecuador alberga el 31% de los manglares marinos de Sudamérica.Y el Golfo de Guayaquil concentra el 80% de los manglares del país. A nivel nacional, este ecosistema es hogar de seis especies clave, entre las cuales se encuentran:

  • Mangle rojo (Rhizophora mangle)
  • Mangle concha (Rizophora harrisonii)
  • Mangle negro (Avicennia germinans)
  • Mangle botón (Conocarpus erectus)
  • Mangle blanco (Laguncularia racemosa)
  • Mangle piñuelo (Pelliciera rhizophorae)

Pedro Tircio, presidente de la Asociación Buena Vista y cangrejero, expresó: “Nosotros ponemos nuestro grano de arena para el cuidado del manglar. Tener una concesión es beneficioso para nosotros. Lo más importante es que debemos cuidar nuestra área para que no talen el mangle. Debemos establecer un límite de captura de cangrejo, así como respetar las horas de trabajo y realizar autovedas para permitir que el cangrejo se reproduzca”.

Gracias a las renovadas concesiones, las asociaciones pesqueras podrán llevar a cabo actividades clave como la restauración de manglares, ecoturismo sostenible, educación e investigación científica. Estas acciones garantizarán la preservación de los manglares y su capacidad para seguir brindando beneficios tanto a las comunidades como al medio ambiente.

Por Yazmín Bustán

Feminista. Trabajando en visibilizar el trabajo que hacemos las mujeres,

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