En un mundo donde la comunicación trasciende fronteras, dominar un segundo idioma se ha convertido en una herramienta esencial para acceder a mejores oportunidades académicas, laborales y culturales, incluso, puede ser beneficioso para la salud.

Diversos estudios, como el de la Revista Neurology o el de la Confederación Española del Alzhaimer (CEAFA), han concluido que el bilingüismo puede retrasar la aparición de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y la demencia. Investigaciones de la Universidad McGill en Canadá y la Universitat Oberta de Catalunya en España indican que el uso de una segunda lengua desde la infancia refuerza la organización cerebral, ofreciendo una protección adicional frente a estas enfermedades

Sin embargo, en muchos países, los desafíos en la enseñanza de idiomas persisten, lo que destaca la necesidad de metodologías innovadoras que garanticen un aprendizaje efectivo y sostenible.

En Ecuador, el aprendizaje de una segunda lengua representa un desafío significativo. Según el EF English Proficiency Index 2024, el país ocupa el puesto 82 de 116 naciones evaluadas, lo que refleja la urgencia de transformar la forma en que se enseñan los idiomas.

En la actualidad, diversas instituciones han adoptado enfoques personalizados para optimizar la enseñanza de idiomas, permitiendo a los estudiantes aprender de manera flexible y adaptada a sus necesidades. Estas metodologías incluyen clases personalizadas, retroalimentación en tiempo real y el uso de tecnología para reforzar el autoaprendizaje. La flexibilidad en las modalidades de estudio también ha cobrado relevancia, con opciones presenciales, virtuales e híbridas que facilitan el acceso a la educación sin importar la ubicación geográfica.

Un claro ejemplo de esta tendencia es Diglo Learning, una institución que ha implementado una metodología innovadora basada en la claridad en la enseñanza, la retroalimentación constante y el autoaprendizaje. Su propuesta académica incorpora tecnología de punta, recursos digitales y un equipo docente especializado para garantizar resultados efectivos en la adquisición de un nuevo idioma. Actualmente dicta clases permanentes de inglés y Frances en las modalidades presencial y online a niños, adolescentes y adultos desde los 7 años, con una proyección de expansión para seguir ofreciendo nuevas oportunidades educativas, así lo menciona Steven Vera, coordinador académico del instituto.

El dominio de un segundo idioma no solo mejora las oportunidades laborales y académicas, sino que también fomenta el desarrollo personal, la capacidad de interactuar en entornos internacionales y el cuidado de la salud mental. En un mundo cada vez más interconectado, invertir en la educación de idiomas es una estrategia fundamental para el crecimiento y la competitividad a nivel global.

Por Yazmín Bustán

Feminista. Trabajando en visibilizar el trabajo que hacemos las mujeres,

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