El ministro de Salud Pública de Ecuador, Edgar Lama, indicó este lunes que se han detectado en el país tres nuevos casos de fiebre amarilla, después de que la pasada semana falleciese un primer contagiado por esta enfermedad que la autoridad sanitaria definió como «un caso aislado».
En declaraciones a periodistas tras participar en el inicio de la semana de la vacunación, Lama señaló que en total se han detectado cuatro casos, incluido el fallecido en la amazónica provincia de Zamora Chinchipe, fronteriza con Perú.
Sin embargo, el ministro no detalló los lugares en los que se han registrado estos tres casos adicionales.
El titular de la cartera de Salud Pública explicó que la persona fallecida «tenía muchas más dolencias de salud», e ingresó al centro médico donde se le atendió «con un diagnóstico inicial de dengue porque los síntomas son muy similares en las etapas iniciales de la enfermedad».
«Se ha hecho el cerco epidemiológico con sus familiares, con su círculo de trabajo, todas las personas con las que ha tenido contacto, y al parecer ninguna presenta síntomas. Se les ha hecho el análisis de la enfermedad y ha dado negativo», apuntó.
El Ministerio de Salud Pública había indicado la pasada semana que el «caso aislado» cuyo paciente finalmente falleció era el único que se había detectado hasta el momento en el país después de que se registrasen dos casos en el año 2000, uno en 2012, tres en 2017 y un caso importado de Colombia en 2024.
Desde la semana pasada, el Gobierno ecuatoriano ha incrementado la vigilancia epidemiológica contra la fiebre amarilla en las fronteras tras detectarse brotes de esta enfermedad en algunos países de Latinoamérica.
Vacunación contra la fiebre amarilla en Ecuador
Lama recomendó a todas las personas vacunarse contra la fiebre amarilla porque es una sola dosis que da inmunidad para toda la vida.
En Ecuador la vacuna contra la fiebre amarilla es parte del esquema de vacunación y su aplicación es gratuita.
En el país andino, la vacuna contra la fiebre amarilla se administró en la región amazónica desde el 2000, y a escala nacional, dentro del esquema regular de vacunación, desde el 2009. Quienes nacieron en estos periodos cuentan con la protección a la enfermedad.
En este contexto, el riesgo de propagación en Ecuador es bajo, y las posibilidades de nuevos casos están principalmente asociadas a personas migrantes no vacunadas provenientes de regiones endémicas, por lo cual se están implementando estrictas medidas sanitarias en frontera.
La fiebre amarilla, una enfermedad viral que se transmite a través de la picadura de mosquitos, puede afectar tanto a humanos como a primates y, en su fase tóxica, presenta complicaciones graves como fallo hepático, hemorragias e incluso la muerte.