Con dinámicas artísticas como la pintura y el canto, estudiantes con necesidades educativas especiales de la Unidad Educativa Dolores Cacuango fortalecen su autonomía bajo el cuidado y la guía de docentes de aulas especializadas.
Laura Cedeño, docente de la institución, acude desde muy temprano a preparar las actividades de acuerdo con las necesidades educativas de cada alumno.
“En la institución contamos con 123 estudiantes con diferentes tipos de discapacidades visuales, físicas, intelectuales y psicosociales. Es importante desarrollar con ellos la motricidad fina para que logren alcanzar su autonomía. Buscamos que estos niños logren insertarse en la sociedad como integrantes útiles desde sus propias habilidades. Realizamos diferentes tipos de actividades para motivar destrezas sensoriales e intelectuales”, indicó la maestra.
Se considera el arte como un extraordinario vehículo de expresión para estas personas que encuentran limitaciones en la expresión hablada o escrita. La pintura, la escultura, la danza, la música o el teatro son manifestaciones artísticas que desarrollan su imaginación, potencian su autonomía y permiten exteriorizar su fascinante mundo interior.
Al respecto, Cedeño explicó: “Se denomina arterapia porque los beneficios son indiscutibles y se aplican para mejorar la calidad de vida de estas personas, pero, de forma fundamental también está el trabajo con la familia, requisito para afianzar habilidades de la vida diaria”, indicó.
Mark Pinoargote es un estudiante de 16 años, quien a pesar de su discapacidad cuenta con mucha destreza para elaborar pinturas y diseños.
Mónica Flores, madre del estudiante, destacó los logros alcanzados: “Hacemos todo lo que podemos para apoyarlo pues nació con discapacidad intelectual y autismo. Desde muy pequeño tuvo esa habilidad para pintar, pero además forma parte de un taller en el Municipio de Guayaquil donde ha tenido la oportunidad de exponer sus cuadros”, relató.
En la institución, un total de 19 profesionales trabajan con estudiantes con necesidades educativas especiales, asociadas a una discapacidad, desde Educación Inicial y Bachillerato.
Jefferson Acosta, rector de la Unidad Educativa Dolores Cacuango, explicó sobre el trabajo coordinado con ambas instituciones: “Nuestros alumnos son destacados, han participado en concurso de arte y junto a la guía de las docentes siguen fortaleciendo sus conocimientos”.
Para Evelyn Drouet, tener a su hija Keylyn Suarez de 15 años en el plantel ha significado de gran ayuda: “Mi hija tiene autismo y esquizofrenia infantil y yo buscaba un lugar donde pueda desarrollarse, donde reciba una guía. El trabajo que realiza mi hija es dentro del sistema escolarizado, pero también terapéutico porque aquí están las especialistas para dirigir sus tareas”, mencionó.
El Ministerio de Educación, a través de su eje “Todos”, promueve una educación integral e inclusiva para estudiantes con necesidades educativas especiales vinculadas o no a una discapacidad.