La proliferación de la falsificación y la piratería alcanza a todas las industrias en Ecuador perjudicando el desarrollo de los negocios y dando lugar al avance de una problemática que escala a nivel mundial.
Desafortunadamente, en la actualidad el mercado ecuatoriano se ve afectado por un fenómeno relacionado a la falsificación de productos y a la piratería. La propiedad intelectual de las empresas de diversas industrias está siendo vulnerada conformando una problemática no sólo local, sino mundial.
En lo que va del año, la Policía Nacional ha colaborado activamente en la inspección de lugares donde frecuentemente se han suscitado estos acontecimientos en las principales ciudades como Quito y Guayaquil. Estas actividades ilícitas perjudican a 3 actores principales. En primera instancia al gobierno, ya que las actividades vinculadas a la producción, distribución y comercialización de productos falsificados promueven el trabajo informal y hay una clara evasión de impuestos. Por otro lado, se encuentran las empresas legalmente constituidas que invierten esfuerzos, ya sean económicos o de investigación y desarrollo, para generar campañas de marketing, análisis de consumo o tendencias, publicidad y acciones para cuidar su imagen corporativa y generar ventas genuinas. Finalmente, otros actores perjudicados son los mismos consumidores que se ven estafados en su buena fe al adquirir productos de inferior calidad e incluso, en algunos casos, potencialmente dañinos para la salud, y el medio ambiente.
Epson, empresa líder de tecnología, reconoce la problemática planteada ya que la protección de sus marcas y otros derechos de propiedad intelectual relacionados a su actividad es un pilar fundamental para el desarrollo de su negocio. En este sentido, la marca japonesa creó un Programa de Protección de Marcas que tiene un alcance regional con el objetivo de mitigar la oferta de productos falsificados, a través de la implementación de distintas medidas, como la realización de encuestas de mercado para identificar puntos de venta no autorizados, capacitaciones a las fuerzas de seguridad y un programa de monitoreo y denuncias de publicaciones de productos no originales en plataformas de comercio electrónico, redes sociales y sitios web.
Además, Epson invierte en la implementación de medidas de seguridad en sus productos que le permiten al consumidor identificar fácilmente si su compra se corresponde a un artículo original, como, por ejemplo, la etiqueta que contiene el holograma de seguridad 3D que se encuentra en el empaque de las botellas de tintas, que revelará un patrón de seguridad, generándole así confianza que estará adquiriendo un producto de calidad. El programa también comprende la cooperación con autoridades en las investigaciones y denuncias para lograr allanamientos en establecimientos para la incautación de mercadería falsificada, así como también la participación en asociaciones internacionales que se dedican a generar concientización y permite el intercambio de buenas prácticas.
“Como compañía reconocemos el impacto negativo que estas actividades fraudulentas generan en los negocios de nuestros socios y en la experiencia de los usuarios. Sin duda, también afecta al sector productivo, entre los grandes y pequeños comerciantes que en ciertos casos desconocen cómo reconocer un producto original”, comenta Francisco Rugel, Product Manager de Impresión de Consumo para Epson NOLA. “Como marca priorizamos este tipo de campañas para guiar al usuario en hacer un consumo responsable y no salga afectado de ninguna manera. Y a su vez guiar a los comerciantes de nuestro país. El Programa de Protección de Marca es una iniciativa de Epson que se propone visibilizar la problemática y tomar acción concreta en aquellos que realicen ventas de productos no originales para que éstas sean cada vez menos”.
Para Epson es una prioridad cuidar la imagen de la marca y principalmente a los consumidores ecuatorianos. La utilización de equipos con tintas no originales perjudica el rendimiento de los mismos y puede implicar la pérdida de la garantía, brindando así una mala experiencia al usuario. Por eso, permanentemente se realizan campañas de concientización para asegurar la correcta comercialización de los productos, evitar la adulteración de los embalajes y promover la integridad del negocio.