• ¿Sabías que la forma en que servimos y emplatamos nuestra comida influye en cuánto comemos?
Si eres de aquellos que eligen alimentos saludables, puedes pensar que sería difícil comer en exceso; sin embargo, muchas personas llenan sus platos con comida sana, pero luchan con su peso porque no controlan las cantidades.
A continuación, Susan Bowerman, directora de nutrición de Herbalife detalla algunos hábitos para tener en cuenta al servir y preparar tus comidas:
- Elige recipientes para servir más pequeños: Desde sopa hasta nueces, cualquier plato que se sirva en un recipiente grande podría alentarte a comer más. Según la Universidad de Cambridge, las personas consumen más alimentos y bebidas cuando se les ofrecen porciones, paquetes o vajillas de mayor tamaño.
- Usa utensilios más chicos: Te servirás más si utilizas una cuchara grande para servir que una pequeña, así que ten en cuenta cuánto estás poniendo en tu plato. “Solo un par de cucharadas” de cualquier cosa puede sumar realmente rápido cuando la cuchara es del tamaño de una pala.
- Considera el tamaño del plato: Cuando usas un plato más pequeño, parece que contiene más comida, lo que significa que tus ojos te están diciendo que este plato de comida llenará más. Por lo tanto, si estás tratando de reducir calorías recortando el tamaño de las porciones, recorta también el tamaño de tu plato.
- Considera el alto y ancho de los vasos: Si estás tratando de reducir tu consumo de calorías líquidas, ten en cuenta el tamaño y la forma del vaso que utilizas. Los vasos delgados y altos parecen contener mucho más que los cortos y anchos, lo que engaña a tus ojos para que piensen que tu estómago obtendrá más.
- Sírvete en la cocina y no en la mesa: Servir comida al estilo familiar hace que sea fácil para todos servirse a sí mismos, razón por la cual no es una idea tan buena si estás tratando de controlar las porciones. Con los platos que se sirven en la mesa, es demasiado fácil tomar “solo una cucharada más”. En su lugar, sirve las porciones de su comida en la cocina. Los únicos platos para servir que debe mantener en la mesa son los que contienen verduras y ensaladas bajas en calorías.
- Piensa en el color de los platos: No estoy sugiriendo que salgas a comprar platos nuevos, pero ten en cuenta que el color de tu plato puede afectar tu capacidad para visualizar cuánto estás comiendo. Cuando hay un gran contraste entre el color de la comida y el color del plato (imagina un cuadrado oscuro de pastel de chocolate en un plato blanco brillante) es más fácil visualizar la porción, lo que hace que sea más fácil controlar cuánto estás comiendo.
- Come los alimentos bajos en calorías primero: Cuando realmente tienes hambre y te estás sirviendo un plato de comida, es probable que te sirvas más de las comidas disponibles que tienen un mayor contenido de calorías, y también es probable que las busques primero una vez que te sientes a la mesa a comer, ¡lo que significa que primero te llenarás con esos alimentos altos en calorías! Si eres una de estas personas, intenta servirte la ensalada o verduras primero, de esa manera, comenzarás a llenarte primero con los artículos con menos calorías, lo que deja menos espacio para las cosas más pesadas.
- Usa tu plato como guía: Tu plato también podría servir como guía sobre cómo dividir los componentes de tu comida. Las recomendaciones a continuación son estimaciones aproximadas, ya que cada persona tiene necesidades dietéticas únicas, pero pueden ser una guía útil, especialmente cuando comes en un restaurante:
• Verduras o ensalada: alrededor de la mitad de tu plato
• Proteína: alrededor de ¼ de tu plato
• Carbohidratos complejos (como cereales integrales y vegetales ricos en almidón): alrededor de ¼ de tu plato
Cuando salgas a cenar, trata de estar atento a estos factores y vea cómo pueden influir en tus hábitos alimenticios.
Por: Susan Bowerman, M.S., RD, CSSD, CSOWM, FAND – directora de nutrición de Herbalife.